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Desde mi punto de vista, no presenta dificultad alguna establecer una conversación con alguien católico, independientemente de cual sea mi creencia. La verdad es que somos personas, por lo que no esestrictamente necesario creer o no creer para crear lazos de amistad o por lo menos hacer parte de una conversación, mientras se establezca el respeto como base fundamental de la misma. El punto alque voy es a que no estoy a favor con las personas que critican las creencias de los otros, tampoco con aquellos que tratan de “evangelizar” al no creyente o al que cree en otras religiones. Esto meparece una falta de respeto gravísima el tratar de hacer esto. La espiritualidad pertenece a uno y en esta no debe intervenir jamás el otro. Algo que me parece incómodo es la persona que saluda y/o sedespide diciendo: “Dios lo bendiga” pues la verdad no lo dicen porque les nace sin por mero compromiso o “cortesía” (por decirlo así). Para concluir, no me interesa si aquel con el que con el que hablocree o no mientras el no se entrometa en mi espiritualidad, pues estoy seguro que yo no lo haré con la de él o ella.
Otro punto a recalcar es que la gente no puede lanazar juicios en contra del otrorespecto a la religión por más de que no se esté tocando el tema, puesto que a nadie le gusta que lo denigren en esos temas, y he vivido la experiencia de que por defenderme de acusaciones falsasrespecto a lo que creo, he parecido yo como el grosero, el impertinente o el inmaduro, y a la otro persona se le halaga o se le justifica hacerlo porque “Dios está de su lado”. Si Dios existiese, no creoque patrocinaría actos como estos, por lo que las personas se vuelven hipócritas al creer esto. Las personas ven a los ateos como enviados de Satanás o como si viniéramos a sembrar el mal y, siconocieran mejor lo que creen, sabrían que Dios hizo a todos iguales y (por más de que yo no crea), ellos deben tratarnos y tratarse entre sí como iguales. Tampoco creo en los que se excusan en la...