Niños optimistas

CAPITULO 1. El pagaré: una epidemia de pesimismo
Cómo reacciona el ser humano a lo que le sucede, ante lo incontrolable, como una enfermedad: a menudo rindiéndose sin intentar luchar. Seligman y sus colaboradores empezaron estudiando qué creaba la indefensión aprendida en los animales (no responder ante un castigo que se considera inevitable) y descubrieron que podían enseñarles que sus accionestenían efectos, proporcionándoles una experiencia de control. Lo esencial es que la indefensión aprendida revelaba una capacidad de abstracción en los animales, distinta de la respuesta al estímulo aversivo: la cognición “nada de lo que yo haga importa”, es necesaria para que se de ese abandono de toda lucha por la supervivencia. Producía pasividad, enlentecimiento, tristeza, carencia de apetito,agotamiento por la furia. En el modelo de indefensión aprendida como depresión Seligman descubrió que las personas pesismistas eran más propensas a este trastorno emocional. Las personas optimistas resisten mejor a la incapacidad, no se rinden ante problemas sin solución. A partir de los trabajos del inmunológo Jonas Salk, el autor se propuso lograr inmunizar psíquicamente a los jóvenes contralos trastornos mentales y las enfermedades físicas. Cuando los animales podían controlar la descarga, lo aprenden y esta experiencia de control les inmuniza contra la incapacidad, incluso cuando no hay manera de que puedan evitar la descarga. Es como si alguien tuviese en su mano un cheque sin cobrar. La pregunta importante del autor fue: “¿Podía la experiencia del dominio, o la adquisición delrasgo psicológico del optimismo, inmunizar a los niños frente a la enfermedad mental? ¿Y frente a la enfermedad física?” (p. 37). En estas décadas padecemos una epidemia de pesimismo, es la manera normal como los niños están aprendiendo a contemplar el mundo. Queremos que sean optimistas, pero en la mente tenemos atrincherado el hábito del pesimismo, lo que origina el carácter depresivo, laresignación, el bajo rendimiento, y una mala salud. La aplicación de sus descubrimientos es lógica: tratar de inmunizar a los adolescentes norteamericanos de esa epidemia de depresiones, desde la infancia.
Por qué los niños necesitan del optimismo
CAPITULO 2. Desde el primer paso a la primera cita
Hay dos grandes logros de los dos primeros años: hablar y andar. Son hitos del control de uno mismo. Losniños son muy persistentes para lograr sus metas, desde los primeros meses. Una buena educación paternal logra que los niños tengan sensación de dominio, sin que se pongan en peligro, y les da constantemente nuevas oportunidades para que mejoren su control. “La acción de dominio es el crisol en el que se forja el optimismo en la edad preescolar. La tarea de nuestros hijos, ayudada por unos padresinformados, es adquirir el hábito de insistir frente a los desafíos y de superar los obstáculos” (p. 46). Pero lo importante, en la teoría que expone el autor, es que la táctica para hacer que un niño en la escuela sea optimista es la manera como el niño piensa, no el hecho de que domine una actividad o de que no la domine. Sobre todo si fracasa, su optimismo dependerá de cómo piense sobre ese fracaso.Los niños elaboran teorías (representaciones) sobre por qué tienen éxito o fracasan, y sobre qué pueden hacer para convertir el fracaso en éxito. La psicología, ha encontrado formas de cambiar los hábitos de pensamiento inadecuados, y se les pueden enseñar a los padres, y pueden contribuir a esa inmunización psicológica frente a la depresión. La adolescencia, sobre todo en sus comienzos e inclusoantes, supone una cristalización de su visión del mundo. Lo que resulta muy preocupante es el hecho de que hoy día casi uno de cada tres adolescentes en Norteamérica, a los 13 años presenta síntomas depresivos, y al terminar la secundaria, casi el 15% han tenido un episodio importante de depresión.
CAPITULO 3. Creando el equipo
El autor formó un equipo en la Universidad de Pensilvannia,...