No Habra Mas Pena Ni Olvido

No habrá más penas ni olvido se sitúa en la Argentina durante el último gobierno de Juan Domingo Perón, entre octubre de 1973 y julio de 1974.Muestracomo el movimiento estaba dividido por lo menos en dos grandes fracciones: aquella que lo veía como un líder revolucionario y otra que se aferraba a suascendiente sobre las masas para impedir la victoria popular.
Tambien la novela muestra como Perón descalificó como “infiltrados” a aquellos a quienes todoel país conocía como peronistas, incluso a viejos militantes de la primera hora ;representados en esta novela por el delegado municipal Ignacio Fuentes; ybendijo como peronistas a muchos advenedizos que habían contribuido a su caída en 1955 y se batieron contra él hasta poco antes de su regreso ;elpersonaje del martillero Guzmán los ejemplifica en el relato.
La novela sugiere que la batalla no podía sino facilitar la intervención de las fuerzas armadas,que completarían minuciosamente la liquidación de izquierdistas ya iniciada por los grupos fascistas. Era en los sindicatos controlados por la burocraciaperonista, en la policía y en los ministerios, dominados por la «verticalidad» justicialista, donde se reclutaban las temibles bandas armadas quedepuraban a la juventud y a los honestos peronistas de la primera hora. El juego de masacre fue facilitado por los tremendos errores cometidos por la guerrilla(la peronista y la «marxista») y sus brazos legales; por su candidez política, por la torpeza, el extremo dogmatismo y a veces la mala fe de sus dirigentes.