Novela

ELENA Y ALICIA

Erase una vez dos hermanas, Elena que era la menor la cual era bella, tierna, ojos grandes y brillantes, carismática y con un gran corazón, lo que más anhelaba en la vida era encontrar su verdadero amor. Alicia, su hermana mayor era una hermosa pelirroja, pero tan arrogante, a la cual odiaban por su carácter, pero era tan hermosa que a los hombre no les importaba en absoluto.Ellas vivían con su madre Julieta, era una señora viuda desde hace mucho tiempo, la cual conoció a un rey llamado Santiago y después de un tiempo juntos se casaron.
Un día como cualquier otro las hermanas conversaban:
Elena – y pensar que mi madre no se casaría con el rey Santiago, ¿verdad querida hermana?
Alicia – Sí lose, lo imaginaba. Aquí lo único que importa, es que es el rey y sólo eso.Elena – ¿cómo puede ser posible que sólo te fijes en eso?
Alicia – hermana no seas ingenua dime, ¿de que sirve estar con un hombre apuesto si no tiene dinero?
Elena – no solo se trata de eso, sino de su forma de ser, su simpatía… ¡todo!
Alicia – se nota que no tienes experiencia hermana – lo dice con un tono burlón.
Elena – si tu lo dices… sabes ya no pienso discutir este tema contigo, así queme voy a dar un paseo, regreso en unas horas.
Alicia – ¡está bien!, solo cuidado no te vayas a enamorar del primer hombre que se te ponga enfrente. – de nuevo con un tono burlón.
Elena ignora las palabras de su hermana y sale a dar un paseo a un pequeño parque ubicado solo a unos pasos del palacio. Mientras caminaba observó a un joven apuesto que contemplaba el paisaje, recargándose en eltronco de un árbol… de pronto entrelazaron sus miradas, y sonrieron al verse. El joven con una mirada de timidez no se atrevió a acercarse a ella ya que era un pobre dibujante, y temía del rechazo de la princesa Elena.
Elena siguió caminando y luego de unas horas, se acerba la noche y tenía que regresar al palacio. Al entrar, se dice a ella misma:
Elena – ese hombre del parque era apuesto,(suspira). La próxima vez iré con él.
Elena se va a dormir y al día siguiente regresa al parque… al llegar encuentra de nuevo al joven, y decide ir con él…
El joven sorprendido se levanta y dice:
Kevin – Hola, princesa Elena, ¿le puedo servir en algo?
Elena – no, para nada que generoso es usted, solo venía a saludarlo puesto que ya lo había visto un par de veces estar por aquí. Disculpe pero, no se sunombre…
Kevin – mi nombre es Kevin Montoya, para servirle.
Elena – mucho gusto Kevin, y dime ¿a qué te dedicas o porqué siempre estás en este lugar?
Kevin – la mayoría del tiempo estoy aquí porque es un paisaje hermoso, y soy dibujante, siento que aquí me inspiro.
Elena – ¡increíble Kevin es un gran trabajo!, ¿Alguna vez podría ver una de tus pinturas?
Kevin – ¡Gracias Elena!, cuandoquieras te las puedo mostrar.
Elena - y, ¿has pensado en vender tu pinturas Kevin?
Kevin – mmm… no, no lo he pensado, no creo que nadie quiera comprarlas…
Elena – yo sí las compraría, no dudo que seas un buen pintor.
Kevin – ¡Gracias de verdad princesa!, quizá lo intente
Elena – bueno Kevin, ¡me tengo que ir!, pero espero volver a vernos y conocer un poco mas de ti, me dio muchísimo gustoconocerte.
Kevin – igualmente Elena, espero volver a vernos.
Después de una pequeña conversación Elena regresa, y va con su hermana Alicia.
Alicia – ¿en dónde estabas hermana?, mi madre estaba preocupada porque no avisaste.
Elena – creo que soy lo suficientemente grande como para no avisar ¿no crees?
Alicia – ¡está bien, que genio hermana!, cuéntame ¿qué hacías?, ¿o también te enojarás porque te lopregunto?
Elena – no, no me enojare. Lo único que te diré es que conocí a una persona
Alicia – y esa persona es ¿hombre o mujer?
Elena – un hombre, muuuuuuuy apuesto por cierto
Alicia – para tus gustos, a mí se me hace que esta horrible y es un mediocre
Elena – ¡lo vez!, ¡no vuelvo a contarte nada!
Alicia – discúlpame, pero es la verdad hermana
Elena – no lo conoces, así que no digas...