Numero 191 Louis Malle Tcm6 40997

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LOUIS MALLE

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escritos

ES DIFICIL SER UN HOMBRE
cine francés, sino que siempre fue un poco
a su aire, él sólo, como un verso suelto
de la modernidad fílmica, que tampoco
quiso renunciar a la comercialidad ni a
hacer cine en Hollywood. Y es que lejos
de estas cuestiones formales, de estilo, la
constante que une a Mallecon el cine de
su época, que le hace ser sin duda alguna
un contemporáneo, es una visión moral del
mundo, o mejor dicho de la crisis moral
moderna, mediante un punto de vista, visual
y narrativo, que supo reflejar los cambios
estructurales producidos en Occidente en
la segunda mitad del siglo XX.

La extremada variedad de géneros y de
estilos utilizados a lo largo de su filmografía
por Louis Malle,ya que realizó desde
numerosos documentales hasta westerns
cómicos (“Viva María!”, en 1965 con Brigitte
Bardot como protagonista) o películas de
ciencia-ficción surrealista (“El Unicornio”
-Black Moon-, en 1975), no nos puede
ocultar, sin embargo, el importante nexo de
unión entre su obra y el cine francés de la
“Nouvelle Vague”; un nexo de unión que, en
tanto constante discursiva fílmica,permite
reconocer asimismo la influencia de este
cineasta, confirmada por su éxito en los
EE.UU., en el cine posmoderno de finales
del siglo XX.

Más que una voluntad por lograr el éxito
de manera sensacionalista, mediante el
escándalo, los temas conflictivos tratados
a veces por Malle, sobre todo el incesto
en “El soplo al corazón” (Le souffle au
cœur, 1971) y la prostitución infantil en “La
pequeña”(Pretty Baby, 1978) , aparecen en
su obra como reflejo de esa crisis moral y de
valores, que ha caracterizando esta época
de modernidad líquida o posmoderna.
Aunque el gran tema, el que puede
percibirse como una auténtica constante en
muchas de sus películas es sin duda el de
la crisis de la masculinidad, la agonía de un
hombre que no sabe ser ni hijo, primero, ni,
mucho menos, padre después. Estacrisis
de la masculinidad, además relacionada
como decimos con su función paterna, se
materializa de forma radical, casi definitiva,
en la penúltima película de Malle, “Herida”
(Damage, 1992) que en muchos aspectos
puede considerarse como sus testamento
cinematográfico.

Malle se adelantó en cierta medida a la
“Nueva Ola” del cine francés, ya que su
primer largometraje de ficción, un “filme
noir”titulado “Ascensor para el cadalso”
(Ascenseur pour l’échafaud, 1957), realizado
dos años antes del comienzo oficial de este
movimiento cinematográfico, posee algunos
de sus rasgos característicos, los cuales se
pueden percibir sobre todo en la secuencias
semidocumentales que muestran un París
moderno y frío, lleno de grandes edificios
de oficinas y con un tráfico denso, escenas
que anticipanmuchas de las imágenes de
“Al final de la escapada” (À bout de soufflé,
1960) de Jean-Luc Godard; como esos
planos de “Ascenseur pour l’échafaud” que
muestran los Campos Elíseos de noche;
imágenes de un París desolado que se
repiten en otros filmes de Malle, por ejemplo
en “El fuego fatuo” (Le feu follet, 1963).
Pero
dichos
rasgos
estilísticos
compartidos con la Nouvelle Vague no
son lo esencial en uncineasta tan variado
y ecléctico en su formas de filmar como
fue Malle, que nunca deseó ser inscrito del
todo en el movimiento de renovación del

Ante todo, si algo sorprende en “Damage”
es la ausencia de diálogos en muchas de
las escenas en las que intervienen los dos
protagonistas principales, Stephen (Jeremy
Irons) y Anna (Juliette Binoche). El momento

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más significativo, en este sentido,tiene
lugar en una de las secuencias iniciales
de filme, aquella en la que se narra el
primer encuentro entre Anna y Stephen
en una fiesta aparentemente aburrida
y convencional. Es ella la que se dirige
hacia él; se presenta escuetamente como
la novia de su hijo e, inmediatamente,
la cámara nos muestra las miradas que
ambos intercambian, mediante la sucesión
de planos / contraplanos en punto de...