Ocaso Premeditado

¡Adelante! - gritó el ingeniero, cuando por el tramo de la vía recién colocada llegó el tren, que en sus vagones llevaba inmensas montañas de maleza desechable. En lo profundo del bosque cubierto por extensos abetos, relucía la amarillenta luz del sol, sobre las copas de los árboles, la aves observaban tímidas el paso del hombre ante la naturaleza, las fieras descontroladas huían ante laamenaza, búfalos salvajes y compañeros observaron la aparición de las primeras construcciones y del tumulto masivo, las primeras manchas de carbón, los martillares. En un principio se erigieron pequeñas casas de paja, que cedieron su lugar a la madera, los animales se refugiaron y domesticaron, y los campos antes vacios florecieron al llegar la primavera, los extensos caminos que conllevaban a loprofundo del bosque, ahora eran transitados constantemente, la civilización se había alzado altaneramente.
La estación quedo terminada antes de lo previsto, luego se erigieron instituciones gubernamentales que complicaron el trámite y papeleo, si es que existe un infierno terrenal, ese debe ser con seguridad la vida en estos lugares, papeleos innecesarios, mirarle el rostro demacrado diariamente apersonas tras un mostrador, con esa sonrisa picara y al mismo tiempo inexpresiva. Con el transcurrir de los días, inevitablemente como todo lo que sucede en la vida, la lucha de los sistemas políticos termino por menguar los ideales de libertad de los Estados, socialismo, capitalismo, anarquía, democracia, todas hermanas de nacimiento se bifurcaron en una competencia constante que a la postre traíacomo consecuencia el deterioro inconsciente del hombre y su seudo creación.
Se levantaron monumentos, templos que dieron paso a las religiones, la ciudad creció en demasía, pueblos aledaños se unieron, acudieron trabajadores, campesinos, abogados, predicadores, se fundaron escuelas, monasterios, meses después se descubrieron pozos de petróleo al Oeste, un largo periodo de bonanza aconteció sobre laciudad, lo cual ocasiono que casi al instante la ciudad se llenase de ladrones, prostitutas, antros, bares, modistas. Las ciudades vecinas observaban celosamente, en ritmo de competencia se miraban de reojo, desdeñando de lo bueno y criticando lo malo. Ya no faltaba nada, con el tiempo se presentaron las huelgas, las elecciones presidenciales, los paros, levantamientos, revueltas. En la ciudadpodía obtenerse ropa importada, vino francés, incluso los grupos musicales empezaron a incluirla en sus giras.
Lo que una década atrás había sido un bosque espeso, cubierto de abetos azules, por los cuales serpenteaba un rio plateado que reflejaba el verdor de las ramas inclinadas en una especie de arco sobre el cual descansaban las horas, hoy había dado paso al ritmo ajetreado, gris y pragmáticode un mundo que se vanagloriaba de sus logros y olvidaba su origen. En cuanto a los animales algo similar acontecía, despavoridos habían emigrado a los bosques del Sur, vivían en cuevas heladas, en donde solo crecía un rara maleza gris de la cual se alimentaban, es más hasta los depredadores por necesidad dejaron las carnes en busca de una buena ensalada, en raras ocasiones se podía ver sobrevolara alguna bandada de cuervos sobre los rascacielos, en esta ciudad las personas vivían por el simple hecho de respirar y amaban por el placentero acto de fornicar, esto último no me parecía nada mal.
Lentamente, también fue llegando la cultura, la ciudad ya no era solo una colonia, una aglomeración de carnes, sino que nació la idea de patria, las personas de la ciudad tenían su propio saludo,lengua, formas de vestir, comidas, costumbres, los viejos fundadores eran tratados como personas nobles, dando paso así a la primera distinción social, lo que dio pie a la oficialización de la desigualdad, débiles y fuertes conviviendo en una inevitable lucha, así era la vida en ese mundo, y la ciudad lo aceptaba.
Acontecieron los primeros hechos memorables, el primer escritor famoso de la ciudad,...