Opacidad en la Política de Telecomunicaciones: Satelital, Celular, Digital y Banda Ancha. Ensayo. Introducción. Durante los años 90 se dio la reforma regulatoria en las telecomunicaciones, en este período se creó la Ley Federal de Telecomunicaciones dictando los preceptos que hoy regulan el mercado de servicios de telecomunicaciones. El objetivo general de la Política de Telecomunicaciones es promover un desarrollo eficiente de las telecomunicaciones, donde el Estado sea el eje rector garantizando la soberanía nacional y fomentando la sana competencia entre los diferentes prestadores de servicios de telecomunicaciones; dando paso a mejores precios, diversidad y calidad a fin de beneficiar a los usuarios y garantizar cobertura social. Lo anterior lo podemos constatar en el Artículo 7º. de la Ley Federal de Telecomunicaciones. En este contexto, será posible que el mandato de una Ley no se lleve a cabo y que, en menoscabo de la sociedad mexicana, existan acuerdos que protejan y controlen la adjudicación de permisos, concesiones y asignaciones para uso, explotación y aprovechamiento de bandas de frecuencia atribuibles a servicios de telecomunicaciones, frenando el mercado de dichos servicios y más aún el desarrollo de un país. En el siguiente ensayo tratamos de plantear qué tan afectado se ve el futuro de las Telecomunicaciones en México y quienes pueden ser los posibles actores para que la competencia del mercado de telecomunicaciones se refleje en mejores servicios a la sociedad y transparencia en el proceso de adjudicación. Desarrollo. La transparencia con que se maneja la política de telecomunicaciones se ve ensombrecida desde el momento en que la misma reglamentación acepta casos donde las concesiones de radiodifusión radial y televisiva no forman parte del régimen general de concesiones, donde si se encuentran reguladas las vías generales de comunicación (espectro radioeléctrico, redes de telecomunicaciones y sistemas de comunicación vía satélite). Sin embargo, ambos tipos de concesiones son otorgados por una misma autoridad la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y regulados por dos leyes distintas (Ley Federal de Telecomunicaciones y Ley Federal de Radio y Televisión) haciendo intrincado el proceso de concesión.
Aunque parezca extraño, todos los días y a todas horas hacemos uso de los servicios de telecomunicaciones. Ejemplo de ello es el uso de la radio, el televisor, los celulares, la comunicación vía satélite, el acceso a internet de banda ancha por cobre o inalámbrico, la radiocomunicación pública o para las entidades de seguridad; en suma todos forman parte del espectro radioeléctrico, bien público al que todos deberíamos tener acceso o por lo menos conocer quiénes están haciendo uso de las frecuencias que lo forman. En este sentido, el Estado es el responsable del uso eficiente y promotor de la competencia que redunde en un beneficio social. No siempre el compromiso del Estado es el beneficio de sus gobernados; permitir la adjudicación negligente de un bien nacional, ocultar la información de quiénes hacen uso, cuanto deben pagar y cuánto del espectro está disponible son ejemplos del provecho que ciertos grupos obtienen aunque sea en perjuicio de una mayoría. Resulta imposible hacer una administración eficiente de las Telecomunicaciones si no se tiene la información adecuada y llevar a cabo una renovación tecnológica es todavía más complicado si no se terminan estos vicios. Durante muchos años el Gobierno se ha dedicado a repartir concesiones y permisos para uso de frecuencias a solo algunos particulares, con vigencias indefinidas y retribuciones poco claras, dejando de lado la competencia que fortalezca la economía ...
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