Ordenamiento Contable Permanente

MAESTRIA EN CONTABILIDAD INTERNACIONAL
HISTORIA DEL PENSAMIENTO CONTABLE
Eduardo J Canessa
José F Punturo – Ordenamiento contable uniforme – Capítulo 1
La evolución economía de nuestro país ofrece al observador estudioso, meditados análisis, comprobaciones significativas y conclusiones terminantes.
La actividad humana proyecta sobre el campo de la realidad práctica la más interesanteiniciativa, sustentadas por la convicción de las ideas, por la inducción metódica de los sistemas, por la deducción de los hechos, por la observación de las costumbres y que inspira la habilidad, el tesón, la constancia y la decisión.
Así llegamos a presenciar, a través de las épocas, la transformación de las instituciones, caracterizándose los periodos evolutivos, distintos, pero en todosdestacándose los factores predominantes en la hora.
Al apelar, ahora, al juicio de los observadores, no pueden desconocerse los síntomas de reacción ante el determinismo de toda organización institucional decididamente en marcha.
Nos consta que, muchas veces la velocidad de los acontecimientos excede la previsión de los encargados de afrontarlos y controlarlos.
De allí que la estructuración de todos lossistemas que consultarán la mas apremiantes de nuestra economía, responderán tarde o temprana a normas.
La actividad de nuestro medio tendrá entonces su verdadero fundamento en la previsión, en la experiencia y en la capacidad.
Poco a poco y a medida que nuestra posición en el concierto general de las naciones iba tomando cuerpo de perfiles notoriamente propios, aconsejaban medidasimpostergables, que al ponerse en práctica, concluyeron por formar la estructura de una personalidad económica del país.
Es así que puede afirmarse, entonces, como lo comentara ya la Memoria del BCRA que “elementos de resistencia y fuerzas de readaptación que han permitido al país irse sustrayendo, no sin notorias dificultades, a las mas graves complicaciones económicas es intensa, los quebrantos comercialesexiguos, líquido el sistema bancario y holgada la plaza de valores”.
“Es que cuando asoma una impresión favorable en tiempos como estos, el juicio ecuánime aconseja señalar los puntos débiles junto a lo firme y sano – como lo es en sustancia la situación económica general – y advertir aquello que requiere enmienda o correctivo a fin de precaverse a tiempo de inevitables contragolpes.
Si elesfuerzo industrial satisface gran parte de nuestras necesidades, se debe al crecimiento orgánico de los medios productivos. Los establecimientos con que podía contar el país al comenzar la guerra funcionan ahora, con plena capacidad, en turnos sucesivos de trabajo, y han ensamblado sus plantas en la medida que las circunstancias permitían.
No hay duda que los hechos condicionan las ideas y éstasconfiguran las necesidades, que, a su vez, exigen la atención de todos los interesados en las situaciones emergentes. Y tan interesados son los entes de la actividad privada como los tutelares del propio estado.
Tal vez nunca como en los últimos tiempos la dinámica de los movimientos haya adquirido el grado de particularidad que hoy va demostrando.
No puede pasar desapercibido la trascendencia que laya tan comentada intervención del estado ha adquirido en los diversos medios de implantación.
Así, comprobamos que gradualmente, la intervención estatal puede llegar a significar la solución definitiva de numerosos problemas de orden social, la consideración de diversas normas de política económica local e internacional y la seguridad del acierto en materia de evolución fiscal, industrial ycomercial del país, siempre que las doctrinas, lejos de ser animadas por las más disimuladas de las improvisaciones, sean abonadas por las convicciones más positivas de la experiencia, la capacidad, el estudio y la colaboración.
Este último elemento colaboración debe ser considerado la verdadera base de sustentación en que ha de apoyarse un sistema de economía intervencionista.
En su disertación...