Origen Y Evolución De La Mente

Pinillos, José Luis. Principios de Psicología. Madrid: Alianza, 1975, cap. 1. El origen y evolución de la mente, pp. 15-66.

Capítulo 1 ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA MENTE Al principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis, I,1.) La mente humana no ha caído del cielo. Esto es lo que, sin embargo, mantuvo en cierto modo durante siglos la filosofía inspirada en platón y Aristóteles. Cuando éstepretendió dar razón del entendimiento agente, hubo de recurrir a una solución metafísica de tipo platónico, afirmando que venía . Para ser capaz de acceder a las formas inmateriales, el nus poiethikós no podía proceder de la materia, había de ser acto sin mezcla de potencia y, consecuentemente, incorruptible, separabel y eterno*. Los teólogos y moralistas cristianos dedicaron también, aunque porotros motivos, gran atención al espinoso tema de la inserción del alma en el feto humano, y naturalmente mantuvieron el origen divino del alma racional, así como su perduración después de la muertes. Santo Tomás fue terminante en este punto: el alma intelectiva no puede ser causada por generación, su ser no depende del cuerpo y sus operaciones exceden de la capacidad de la materia**. Por supuesto,el nivel epistemológico en que se mueven estos argumentos no es científico, y no responde en absoluto a nuestra cuestión. Partiendo del principio de que todo procede de algo –no estamos haciendo teología- lo que nosotros pretendemos aclarar es el modo efectivo y real por el que ha llegado a existir esa cosa pensante que se llama hombre. Al reconstruir científicamente las líneas de despliegue de lavida, la teoría de la evolución ha enfrentado al hombre con el fascinante espectáculo de su propio origen, facilitándole además ciertas claves para su comprensión natural. No es misión de este libro, desde luego, analizar en detalle la forma en que la teoría sintética de la evolución da cuenta del hecho filogenético; para ello existen obras realmente excelentes, como las de Dobzhansky, Huxley oSimpson, que reseñamos al final del capítulo. Y a las que remitimos al lector. Aquí basta con recordar que la síntesis darwinista de la selección natural, de la genética y de la ecología ha permitido a esta teoría dar razón bastante aceptable de la microevolución. Nuevos conceptos cibernéticos (Maruyama, 1963; Bielicki, 1969) llevan camino de ayudar a resolver también el hasta ahora enigmáticofenómeno de la macroevolución, a base de sustituir la noción de homeostasis o autorregulación por un concepto de sistema auto-amplificante (deviation-amplifying cibernetic system) más capaz de explicar en periodos de tiempo relativamente las grandes inflexiones, macroevolutivas, de la filogenia. Dando esto por sabido, lo que nos interesa hacer manifiesto ahora, porque lo consideramos pertinente paraenmarcar los problemas de la psicología, es que la diferenciación progresiva de la vida parece haberse llevado a cabo con arreglo a unas leyes evolutivas generales, sin cuya consideración la génesis de la mente resulta incomprensible. En suma, hasta llegar al hombre la vida a tenido que construir laboriosamente una gigantesca pirámide de especies. Pero una pirámide no es una escalera de la que sepuede prescindir después de haber subido. La psicología no debe olvidar que la mente humana procede de un psiquismo animal. *De Gen. Anim., II, 3, 176b, 37. Met., XII, 3. De An. I, 4; II, 1; III, 4, y III, 5. **Sum. Th., I, 118, 2.

I. La filogenia del sistema nervioso No es necesario hacer resaltar la relevancia que la actividad nerviosa superior posee respecto del psiquismo, con el que enbuena medida se identifica. Pero es el caso que, igual que ocurre con la mente, tampoco el sistema nervioso ha venido >. De hecho, la existencia de organismos elementales capaces de conducirse de algún modo, comienza a detectarse unos 1 500 millones de años antes de la aparición del hombre, más o menos, y es necesario decir que en el Precámbrico inferior no había aún nada que pudiera considerarse...