Pactos Tácitos Y Cínicos
Páginas: 3 (508 palabras)
Publicado: 26 de abril de 2012
PACTOS TÁCITOS Y CÍNICOS
Por ALBERTO SALCEDO RAMOS | Publicado el 18 de marzo de 2012
Un político al que se le comprueban nexos con los paramilitares es peor que cualquier delincuente común.El delincuente común procede, por lo general, de los márgenes abandonados. No justificamos su comportamiento, pero de antemano tenemos claro a qué atenernos con él. Sabemos de qué es capaz, conocemossu rutina y los sitios que frecuenta.
Entonces suscribimos con él un pacto social tácito: evadimos esa esquina solitaria en la que él se enseñorea, nos mantenemos siempre atentos.
Al final, eltipo de todos modos nos roba o nos lastima, de acuerdo: pero es que de un delincuente asumido no tendríamos por qué esperar nada distinto.
El político, a diferencia del ratero que desvalija a lostranseúntes en los callejones, ha tenido oportunidades e incluso privilegios. Ha estudiado, ha ganado elecciones, ha disfrutado de prebendas, ha sido favorecido con contratos de todo tipo, se habeneficiado del poder.
Los ingenuos dicen que de él se espera la prestación de un servicio público, pero no nos digamos mentiras: lo que verdaderamente esperamos de un político es que robe a los demás-al Estado, a los otros políticos, a sus seguidores, a sus contratistas-, mas no a nosotros.
Ya sé que esto suena demasiado sarcástico, pero ¿acaso es posible coexistir con la fauna política que nostocó en suerte sin apelar a una gran dosis de cinismo?
Al columnista Antonio Caballero le oí decir una vez que, a estas alturas, lo único que les exige a los políticos nuestros es que en lascontrataciones públicas solo se roben el 50 por ciento.
Al político colombiano lo aceptamos ya como parte inevitable del paisaje. Y por eso, también hemos suscrito con él un pacto tácito: que saquee alos demás, como ya dije, pero que si acaso nos saquea a nosotros por lo menos nos deje vivos.
Resulta, sin embargo, que muchos de nuestros políticos consideraron insuficiente un acuerdo tan...
Por ALBERTO SALCEDO RAMOS | Publicado el 18 de marzo de 2012
Un político al que se le comprueban nexos con los paramilitares es peor que cualquier delincuente común.El delincuente común procede, por lo general, de los márgenes abandonados. No justificamos su comportamiento, pero de antemano tenemos claro a qué atenernos con él. Sabemos de qué es capaz, conocemossu rutina y los sitios que frecuenta.
Entonces suscribimos con él un pacto social tácito: evadimos esa esquina solitaria en la que él se enseñorea, nos mantenemos siempre atentos.
Al final, eltipo de todos modos nos roba o nos lastima, de acuerdo: pero es que de un delincuente asumido no tendríamos por qué esperar nada distinto.
El político, a diferencia del ratero que desvalija a lostranseúntes en los callejones, ha tenido oportunidades e incluso privilegios. Ha estudiado, ha ganado elecciones, ha disfrutado de prebendas, ha sido favorecido con contratos de todo tipo, se habeneficiado del poder.
Los ingenuos dicen que de él se espera la prestación de un servicio público, pero no nos digamos mentiras: lo que verdaderamente esperamos de un político es que robe a los demás-al Estado, a los otros políticos, a sus seguidores, a sus contratistas-, mas no a nosotros.
Ya sé que esto suena demasiado sarcástico, pero ¿acaso es posible coexistir con la fauna política que nostocó en suerte sin apelar a una gran dosis de cinismo?
Al columnista Antonio Caballero le oí decir una vez que, a estas alturas, lo único que les exige a los políticos nuestros es que en lascontrataciones públicas solo se roben el 50 por ciento.
Al político colombiano lo aceptamos ya como parte inevitable del paisaje. Y por eso, también hemos suscrito con él un pacto tácito: que saquee alos demás, como ya dije, pero que si acaso nos saquea a nosotros por lo menos nos deje vivos.
Resulta, sin embargo, que muchos de nuestros políticos consideraron insuficiente un acuerdo tan...
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