Palabras impertinentes
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19. 1986
Debate
Palabras impertinentes.
Contra el concepto de enfermedad mental
Yolanda GOMEZ FONTANll* Esteban COTO EZAMA**
((El rol de paciente psiquiátrico o enfermo men tal posee un consenso que es variable entre culturas, pero considerablemente homogéneo dentro de cada cultura. El rol complementario a éste es el de sano ono-enfermo mental, y el concordante es el de insti tución asistencial para pacientes psiquiátricos...
toda modificación en la definición de paciente psi quiátrico que encare una institución asistencial modi ficará necesariamente la institución misma.»
Carlos E. SLUZKI (1973)
1.1. INTRODUCCION
En el presente artículo hablaremos en torno al cambio que ha sufrido la defini ción depaciente psiquiátrico con su uso cotidiano y el desenmascaramiento conceptual que nos han proporcionado los cotidianos quehaceres de «un trabaja dor de Salud Mental», Resulta casi imposible decidir si este cambio antecede o es consecuencia de las modificaciones sufridas en las defini ciones de «los roles complementarios o concordantes», en palabras de SLUZKI, pero creemos sería injusto dejar de señalar que estas transformaciones se han
(*) Profesora de la Sección de Psicología de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de
la Universidad de Oviedo. (**) Psicólogo.
desarrollado dentro de un marco que per mite y prescribe, él mismo, el cambio: nos referimos a la reforma que se está llevan do a cabo en Asturias en materia de Salud Mental; sin que con esto queramos responsabilizarla de nuestros atrevimientos, sino agradecer su existencia. Ocupándonos del concepto de enfer medad mental, no hemos hecho refe rencia expli'cita al segundo término de la pareja. Dejar lo indefinido ha sido una es trategia encaminada a aligerar el tema y a evitar los perjuicios de enfrentarse con dos tópicos a la vez, este último con una raigambre metafísica tan importante. He mos creídoque hablando de «enfermedad mental» podríamos decir cosas sobre «lo mental» de manera mucho más acep table que si nos enfrentásemos abierta
mente con el concepto aislado.
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Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatria. Vol. VI. N.
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1.2. SOBRE LA DESCRIPCION DE LA CONDUCTA Y LO INDIVIDUAL
Todos los fenómenos que afectan a los individuos afectan a los colectivos en los quedesarrollan su vida. Organizaciones estrechamente reguladas, sean cuales sean las primeras apariencias de des integración y por más que los actores se nos oculten o perdamos de vista sus inter acciones. Resulta incuestionable que los fenóme nos comunicacionales pueden ponerse en correlación con fenómenos fisiológicos individuales (de las personas que sostie nen el discurso). También que todo discurso presupone competencias conduc tuales de los que lo construyen de manera colectiva. Por eso la producción de un discurso individual puede verse limitada seriamente por los aspectos somáticos y las competencias conductuales de los in dividuos. No pasa esto con los discursos colectivos, que de hecho pueden configu rarse de mil maneras con recursos comu nicativos relativamente pobres(échese una mirada a los fenómenos comunica cionales de las agrupaciones de animales inferiores para convencerse). Al contrario de lo que la Psicopatología y la Psiquiatría clásica dejan entender, no son las competencias conductuales de los individuos (restringidas tal vez por su es tructura y organización somáticas), las que coartan fundamentalmente la vida en común y el discurso colectivo de las personas, sino el discurso colectivo el que constriñe las actuaciones conductuales de éstas y secundariamente su adquisi ción de competencias y su actividad bio lógica elemental. Cualquier individuo, sean cuales sean sus estados somáticos (o casi) y tenga las competencias conduc tuales que tenga, restringe su conducta en el discurso colectivo que la engloba y le integra. Es decir, siempre...
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