para ser un buen siervo de jehova
George H. Warnock
Contenidos
Prefacio
Capítulo 1 – El llamado del Pastor
Capítulo 2 – Autoridad delegada
Capítulo 3 – La autoridad del Hijo de Dios
Capítulo 4 – Betesda, Casa de misericordia
Capítulo 5 – La relación colectiva
Capítulo 6 – Nuevo vino en odres nuevos
Capítulo 7 – El corderopastor
Satisfecho de ser un Hijo“Apacienta mis ovejas” – George H. Warnock
PREFACIO
Como sugiere su título, este librito es un llamado especialmente a aquellos que son
llamados por Dios a ministrar a “las ovejas de su prado”. Pero también animaríamos a
las ovejas a leerlo igualmente, porque necesitan conocer las cosas que hay escritas
aquí. Además, como veremos más adelante, no hay diferencia entre una oveja y un pastor, en lo que respecta a su carácter. Porque los verdaderos pastores de Dios son
ovejas antes que pastores; y siguen siendo ovejas DESPUÉS de haberse hecho
pastores. Una vez que reconozcamos este principio, caerán las barreras que se han
levantado para segregar a las ovejas de los pastores, y ambos se hallarán juntos en el
rebaño común del Pastor Principal. Puesto que la diferencia entre ambos es una diferencia de “llamamiento” en el cuerpo de Cristo. En carácter y en naturaleza las
ovejas y el pastor son idénticas.
En este escrito no pretendemos explorar en detalle las áreas de verdad en relación al
pastoreo del rebaño de Dios, sino sacar a la superficie ciertos aspectos de la Verdad
que con frecuencia son descuidados, pero que son absolutamente vitales al pueblo de Dios, a aquellos que quieren ser sujetos obedientes y leales en Su Reino. Porque Dios
está preparando un pueblo para Él mismo que camine en una unión total con Él, un
pueblo que sólo hable Sus palabras, que sólo haga Sus obras, que sólo camine por
Sus caminos. No alcanzar esto es no alcanzar el deseo de Dios para Su pueblo… no importa lo grande que pueda ser nuestro llamamiento, o lo poderosa que pueda ser la
Palabra que podamos estar ministrando. Tampoco debemos encogernos por causa de
la grandeza de Su llamamiento… porque Él puede llevarnos a eso y cumplir cada
deseo de Su corazón en nosotros, cuando nosotros creemos en ello y abrazamos la
Verdad que Él implanta en nuestros corazones.
George H. Warnock—
Capítulo 1 – El llamado del Pastor“Apacienta mis ovejas” –George H. Warnock
Capítulo 1 – El llamado del pastor
“
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas
más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis
corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la
tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la
tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.” (Juan 21:1517)
El llamado del Verdadero Pastor una vez más vuelve a oírse en la tierra y hay un
nuevo sentir de esperanza y de expectación levantándose en los corazones de las
ovejas de Dios, que por tanto tiempo han estado dispersadas por las montañas “como
ovejas que no tienen pastor”, o alimentándose en pastos que por mucho tiempo han
sido estériles y secos… o bebiendo de aguas que han sido corrompidas por los
escombros eclesiásticos que han sido arrojados a la corriente pura de la Palabra de
Dios. Y sin embargo, junto con este nuevo sentir de esperanza y de expectativa, hay con
frecuencia un sentimiento entremezclado de frustración y de desánimo, e incluso un
espíritu de inquietud… al retroceder aparentemente la visión de la gloria de Dios, o al
alargarse su cumplimiento. Esto es cierto en lo que respecta a las ovejas del prado de
Dios; y ...
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