Parte De Una Historia

Esta es mi historia, mi historia de amor y olvido, me llamo Nicole, pero mi familia me dice Nick y tengo 16 años.
Mi historia es un poco diferente a las otras, no es común que alguien escuche este tipo de historias y por ese motivo que se las contaré. Si quieren continúen leyendo, pero si no quieren, déjenlo a un lado y hagan lo que quieran, porque si no tienen motivación para leer esto, esmejor que lo dejen de lado.
Era un día nublado y como siempre estaba encerrada en mi cuarto leyendo, hasta que escuché los peldaños de la escalera, en ese momento supe que era Victoria, mi madre y que venía justo para mi pieza, se abrió la puerta y…
- ¡Nicole!... tienes que salir estas todos los días encerrada en este cuarto, y ¡mira!, ¡Está todo desordenado! – empezó a gritar mi madre, a lo que lerespondí:
– mamá, ya no grites no estoy sorda y ya se que mi habitación está hecha un asco, la ordenaré, y sobre lo de salir, está bien, bajaré un rato a la plaza que está por aquí – le dije tranquilamente a mí madre, la cual aún enojada me dijo:
– ¡Siempre dices lo mismo y nunca ordenas tu maldita pieza! ¿¡Cuando aprenderás a ser ordenada!? ¡¿Cuando vas a ser responsable?! ¿Cuando ya noesté? ¡Responde! – me dijo algo desesperada.
En ese momento me di cuenta de que algo estaba pasando, algo le ocurría, algo fuera de lo común, algo muy grave y no me iba a quedar de brazos cruzados esperando a que ella me diga por si sola, tenía que actuar, preguntarle.
– ¡Mamá! ¿Qué ocurre? ¿Le pasó algo a alguna de mis hermanas? ¿Te pasó algo?, ¡dime! –. Mi madre no reaccionaba se quedó calladaen el umbral de mi puerta, de repente calló arrodillada al piso y se puso a llorar, yo en un semi estado de shock al ver a mi madre así de desesperada llorando no sabía que hacer, hasta que apareció Sabrina, mi hermana menor de 14 años.
- Sabrina metete en tu habitación, enciérrate y escucha música con audífonos, ¡ahora! – le dije inconscientemente.
- Nick, ¿qué le pasa a mamá? – me dijo casisollozando.
- nada, ahora hace lo que te dije – respondí bastante seria, mi madre seguía ahí llorando, como si no se hubiese dado cuenta de que mi hermana estaba ahí, la fui a abrazar y le pregunté que es lo que le pasaba, ella no reaccionaba, solo lloraba, lloraba y lloraba, nada más que eso, hasta que me aburrí y le pegué una cachetada para que se calmara, lo cual hizo.
Después de darle un téde limón para que estuviera más relajada le dije:
- Ahora por favor dime que es lo que te pasó – mi cara era de una persona preocupada. Mi mamá trataba de decir las cosas pero se enredaba con sus mismas palabras, empezó a tiritar y a murmurar, no alcancé a escuchar bien pero por lo que entendí dijo “todo es su culpa, su culpa…. Se fue”. Victoria sonreía de un modo extraño, me daba miedo, de lanada me lanzó el té caliente a la cara, o eso era lo que quería ya que lo esquivé, mi mamá riendo, fue hasta donde estaba y me golpeó, pero no fue mucho ya que la frené, de pronto bajó mi hermana, nos vio así, yo sosteniendo a mi madre, lo cual parecía como si yo la estuviese agrediendo, mi madre comprendió eso así que se hiso la herida y llamó a mi hermana pidiendo auxilio, Sabrina fue corriendoa donde estaba yo, al lado mío estaba la mesa, la cual tenía un cuchillo, mi mamá lo vio y yo ya sabía lo que iba a hacer. No sabía que hacer, ya que si soltaba a mi madre ella iría donde mi hermana y la golpearía y si no lo hacía el cuchillo iba a permanecer ahí y quien sabe que cosa se le ocurriría a Victoria, al final después de tanta desesperación, le dije a Sabrina que se detuviera, ella megritó diciendo “¡suéltala no le sigas haciendo daño!” a lo que le respondí:
- ¡Detente!, yo me llevaré a Victoria lejos de la mesa y tu tomarás ese cuchillo y lo guardarás, esa es la única forma de que yo suelte a mi madre. -. Sabrina me hiso caso y esperó a que yo alejara a Victoria de la mesa, en esos instantes mi madre me mordió, lo que provocó que yo la soltara.
-Agh!.. – O no, solté a...