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LA EPOPEYA DEL CENEPA.- El descubrimiento del río Cenepa, desconocido en los años 40, constituye la evidencia geográfica que niega la existencia del “Divortium Aquarum” (el divorcio de las aguas) de los ríos Santiago y Zamora, consignado en el Protocolo de Río de Janeiro como límite fronterizo entre las repúblicas del Ecuador y del Perú. Su existencia, por constituir un error en la demarcaciónlimítrofe, es argumento que de hecho nulifica la validez del Protocolo por hacerlo inejecutable.



Situado al suroriente de nuestro país, entre la Cordillera del Cóndor y el río Santiago, el Cenepa se convierte en el símbolo de la soberanía ecuatoriana en esas regiones de la amazonia tan codiciadas por la rapiña expansionista peruana que, cada año, de una u otra manera trata de violar nuestroterritorio para apoderarse de esas ricas zonas auríferas.



1995 no podía ser la excepción. A mediados de enero, una patrulla peruana de aproximadamente 50 hombres logró infiltrarse al norte de Tiwintza, justo en el sitio en donde nace el río Cenepa, donde apresuradamente y luego de limpiar un área de unos 2.000 m2, levantaron un campamento al que bautizaron con el nombre de “Base Norte” einstalaron un helipuerto de madera.



Ese fue el inicio de “La Epopeya del Cenepa”.



Descubierta la presencia peruana, los comandos de la Brigada de Paracaidistas de Quevedo se pusieron en marcha y dos días más tarde, el 26 de enero, atacaron a los invasores con todo su poder de fuego obligándolos ha salir corriendo “como almas perseguidas por el diablo”.



Sorprendidas en suintento expansionista, entre el 27 y 28 de enero las fuerzas armadas peruanas abrieron fuego en varios frentes atacando los destacamentos ecuatorianos de “Tiwintza”, “Base Sur”, “Teniente Ortiz”, “Soldado Monge”, “Etza” y “Cueva de los Tayos”; en esos día, una escuadrilla de aviones de ataque peruanos sobrevoló amenazante las fronteras en la provincia de El Oro, pero fue obligada a retirarse porcazas interceptores de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Ante esta situación y contando con el respaldo del alto mando militar ecuatoriano, en histórico discurso pronunciado en los balcones del Palacio de Carondelet, el presidente Sixto Durán-Ballén declaró que el Ecuador mantendría sus posiciones: “Ni Un Paso Atrás”.



Febrero de 1995 fue fatal para el ejército peruano, que desesperado e impotenteera rechazado en todos los frentes: su Comandante en Jefe amenazó que si nuestras fuerzas no retrocedían desataría una guerra total, y para respaldar sus palabras ordenó la movilización general del todo el ejército peruano trayendo además gran cantidad de maquinaria pesada de guerra; por otra parte, la escuadra naval peruana zarpó con gran “bulla” desde el puerto de Callao, navegando hacia el nortecon intenciones de iniciar el bloqueo del golfo de Guayaquil.



La baladronada del general peruano no tuvo eco en el alto mando ecuatoriano que mantuvo a sus fuerzas en sus puestos de combate resistiendo heroicamente todas las embestidas peruanas, que ahora se extendían también a los puestos de Coangos, Banderas, Patuca y Cóndor Mirador.



Al comprender la determinación ecuatoriana,los acorazados, submarinos, destructores y demás naves peruanas prefirieron permanecer a prudente distancia y no alcanzaron a ver las aguas territoriales ecuatorianas; igual cosa sucedió con la maquinaria de guerra, tanques, cañones, etc. En cuanto a la aviación, esta fue la que más sufrió, pues los ataque aéreos que intentó fueron heroicamente rechazados sufriendo la pérdida de varios avionessupersónicos, helicópteros artillados y de transporte militar.



En Lima, capital del Perú, la prensa gobiernista anunciaba rotundos triunfos de sus fuerzas armadas, y el presidente Fujimori sostenía la caída de Tiwintza y su próxima visita a ese heroico puesto de nuestra defensa territorial; pero todo era falso y sus propios generales lo desmentían públicamente.



Finalmente, una luz de...