Pensamientos

Escote.
Se ha vuelto demente, está en tan perpetua espera que sus ojitos resplandecen con amargura. No entiende que ha terminado lo que quizás nunca tuvo inicio. Continúa con los ojos fijoscomo desmintiendo una verdad a secas, como queriendo palpar con la mente el físico ferviente de ese que llaman. Está trastornada, perdida, se nos ha olvidado atajar su mente a una fuerza que leretenga. Se levanta, da media vuelta, coloca sus brazos sosteniendo su cuerpo en la medida exacta en que la daga atraviesa su denso escote.
Asesinos.
Lágrimas paupérrimas. Impotencia y rencor,una sed de venganza se cubre del poco espíritu que transpira para abandonar el desdeñable cuerpo. Hemos llegado hasta el lugar infame, el cual nadie anhelaba pero todos aguardaban su llegada,estamos extraviados en una humanidad colmada de contradicciones e ironías. Ahora somos asesinos de nuestro día a día, de nuestro destino y nuestro predilecto hogar.
¿Acaso no se enamoran en laspupilas de tales alimañas? Quienes acaban por cubrirlas con sus escurridos párpados al momento de perecer. ¿No hemos amado los diferentes mundos que el cielo nos ofrece cuando este se cubre denubes?
Estamos inconscientes del bajo rango al cual hemos caído, no hay rastro de algo puro e inocente en nosotros, no hace falta recordarlo ya está desperdiciado, ya somos amantes de unamaldad persistente que no se aleja del ser. Somos asesinos, pero para mejor interpretación, somos suicidas.
Ambas partes.
Una uña que rasga, un dedo que apunta, una mano que roza, roza la firmezade una piel intocable. Una pestaña que se mueve al son de un parpadeo, una ceja que vuelve asesino al ojo, un color café que esfuma pensamientos, un arte de penetración de almas, una mirada quete inca, te toca, se interna en tu mente, una mirada que debilita, que excita, que sonríe curiosamente, una mirada asesina que incita a una mano que roza la firmeza de una piel intocable.