Poemario
(Luis Gonzaga Urbina)
1864-1934
Lo sentí; no fue una
separación, sino un desgarramiento;
quedó atónita el alma, y sin ninguna
luz, se durmió en la sombra el pensamiento.
Así fue;como un gran golpe de viento
en la serenidad del aire. Ufano,
en la noche tremenda,
llevaba yo en la mano
una antorcha con qué alumbrar la senda,
y que de pronto se apagó; la oscura
asechanza delmal y del destino
extinguió así la llama y mi locura.
Vi un árbol a la orilla del camino,
y me senté a llorar mi desventura.
Así fue, caminante
que me contemplas con mirada absorta
y curiososemblante.
Yo estoy cansado, sigue tú adelante;
mi pena es muy vulgar y no te importa.
Amé, sufrí, gocé, sentí el divino
soplo de la ilusión y la locura;
tuve la antorcha, la apagó el destino,y me senté a llorar mi desventura
a la sombra de un árbol del camino.
CONFESIÓN
(Luis Gonzaga Urbina)
1864-1934
Bien está: me río
porque es una forma de pudor la risa;
pero muy adentro,muy solo, muy mío,
un pesar cansado se me vuelve hastío
y un último anhelo se me extingue aprisa.
Más no me contemples tan sólo la cara;
acerca a mi espíritu -que es vaso pequeño-
tu vida,radiante de júbilo, para
gustar de la gota de miel de un ensueño.
Del juvenil cántico,
un eco remoto queda todavía
en tal cual epigrama romántico,
y en una que otra sutil ironía.
Hace tiempoadquirí la destreza
de ser frívolo. Ve mi alegría:
¿que de cuando en cuando sale la tristeza
en un gesto ambiguo de melancolía?
Vivo y basta. Muerdo los frutos amargos
de mi otoño, anuncio de unvecino invierno;
para mí fastidio los días son largos,
ásperas las piedras, y el camino, eterno.
¡Bah! ¡No importa! Deja que alumbre mi paso
una intermitente luz de poesía;
yo voy como todos, sinrumbo, al acaso...
Bebe, y no preguntes si hay hiel en el vaso:
¡Déjame que ría!
DESOLACIÓN
(Luis Gonzaga Urbina)
1864-1934
Ha muerto ya la pasión loca
después de una larga agonía.
No...
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