Poemas Del Romanticismo, Modernismo Y Barroco
Rima VII Gustavo Adolfo Bécquer.
Del salón en un ángulo oscuro,
de su dueño tal vezolvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarla!
¡Ay!,pensé;¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro espera
que le diga:¡Levántate y anda!
A un ruiseñor. José deEspronceda.
Canta en la noche, canta en la mañana,
ruiseñor, en el bosque tus amores
canta, que llorará cuando tú llores
el alba perlas en la flor temprana.
Teñido el cielo de amaranto y grana,la brisa de la tarde entre las flores
suspirará también a los rigores
de tu amor triste y tu esperanza vana.
Y en la noche serena, al puro rayo
dela callada luna, tus cantares
los ecos sonarándel bosque umbrío
y vertiendo dulcísimo desmayo
cual bálsamo suave en mis pesares
endulzará tu acento el llanto mío.
BarrocoA AMINTA, QUE SE CUBRIÓ LOS OJOS CON LA MANO.
Lo que me quita en fuego, me da en nieve
La mano que tus ojos me recata;
Y no es menos rigor con el que mata,
Ni menos llamas su blancuramueve.
La vista frescos los incendios bebe,
Y volcán por las venas los dilata;
Con miedo atento a la blancura trata
El pecho amante, que la siente aleve.
Si de tus ojos el ardor tirano Le pasas por tu mano por templarle,
Es gran piedad del corazón humano;
Mas no de ti, que puede al ocultarle,
Pues es de nieve, derretir tu mano,
Si ya tu mano no pretende helarle.Francisco de Quevedo
A APOLO, SIGUIENDO A DAFNE
Bermejazo Platero de las cumbres
A cuya luz se espulga la canalla:
La ninfa Dafne, que se afufa y calla, ...
Regístrate para leer el documento completo.