Poesía
Ayer tuve una sensación extraña, una alegría que me quemaba pordentro y tenía que sacarla a través de una sonrisa incontenible. Es a lo mejor esa misma emoción la que sienten ellos, los árboles, cuando llega la primavera, que trae consigo un poco de calor. Me sentíaplenamente feliz, agradecido con la vida y contento por cada detalle que iba sucediendo. Disfruté en pleno de un desayuno sencillo, de pasear el perro temprano, de manejar hasta el entrenamiento, depoder vestir sin sueter, de jugar al fútbol (el fútbol, que ya de por sí es capaz de cambiar y manejar mis estados de ánimo, ayer fue especial, lo disfruté y admiré con mucho amor), y así todo lo quehice en el resto del día, inclusive un viaje en bus de tres horas y media desde el oeste hasta el centro de Francia. Qué puede salir mal en un día que uno afronta de esa manera.
Ojalá tuviese lacapacidad, o quizás la madurez para poder despertarme así todos los días, para ser optimista hasta durmiendo, para verlo todo de colores, para ver los árboles vestidos con sus lujosos trajes todo el año,el cielo azul iluminando el día entero empeñado en hacernos sonreir. Pero no, no siempre lo consigo. Tal vez, así como los árboles, estoy inmerso en un gran ciclo que me trae alegrías y tristezas deforma constante, poniendo a prueba mis raíces, poniendo a prueba todo mi ser. No lo se. Al menos los árboles saben lo que les toca, lo que les viene, y con tristeza o no, se preparan para sufrir o...
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