poesia en peligro



Es para celebrar, sin duda. Gracias a los buenos oficios de Renato Sandoval, hemos sido testigos de la segunda edición del Festival Internacional de Poesía, FIP, llamado a ubicarse a la altura de la tradición poética peruana. Literalmente, como bien sabemos, nuestra poesía la rompió en castellano durante el siglo pasado. A diferencia de otros festivales internacionales, el hecho mismo de quese haga uno en estas tierras, estamos en la obligación moral de ofrecer lo mejor de nuestro repertorio poético actual. Si fuéramos otro país, país que no destaque por una férrea tradición poética, como Ecuador, Bolivia, Paraguay, Venezuela, por ejemplo (¿algún Vallejo?, ¿algún Eguren?, ¿algún Westphalen?, ¿algún Adán?, y eso que no consigno a muchísimos vates de la segunda mitad de la centuriaanterior, que muy bien superan a los de otras tradiciones), podríamos optar, con toda la justificación del mundo, por la inclusión y no por la calidad. Digo esto porque una de las impresiones que me dejó la primera edición del presente festival fue la muy buena escogencia de poetas locales e internacionales. Esa fue la razón por la que esa edición resultó, a todas luces, un éxito, en donde pudimosver locales llenos, como el ya mítico recital de Hora Zero en el bar Queirolo del Centro de Lima; ni hablar de la inauguración, en donde presenciamos la grandeza de Ledo Ivo y Antonio Cisneros.

Buenas intenciones

Entonces, se deduce que este segundo festival tenía que igualar o superar a su predecesor. Pero no ha sido así, más bien, y lamentablemente, es uno para olvidar en lo literario. Sonvarios factores los que jugaron en contra, como la nómina de poetas extranjeros, la cual mostró nombres muy interesantes y apreciables, como Juan Carlos Mestre, Bei Dao (que nunca vino y no se le extrañó) , Diana Bellessi, León Félix Batista, Piedad Bonett, entre otros, pero la misma languidece en comparación a la del año pasado. En este sentido, Sandoval y su equipo, que dicho sea son muy buenoslectores de poesía, debieron reforzar la nómina local, balancear los nombres. Se dice que se prefirió contar con poetas que no habían sido incluidos el año pasado, a lo mejor para evitar resentimientos y las tan recurrentes maledicencias sobre el favoritismo y las argollas, pero esa inclusión terminó jugando una mala pasada al espíritu del festival, porque se debió, y no veo qué de malo puedahaber en ello, convocar a los poetas, no a todos, obviamente, que estuvieron el año pasado. Total, siempre será de interés escuchar y saber lo nuevo que vienen escribiendo estos poetas de reconocida trayectoria y poética nutricia. La calidad es el parche a las ya conocidas críticas y habladurías. La apuesta por la inclusión fue lo peor que pudieron hacer. Total, hablamos de poesía, no de un tono en elque pretendemos quedar bien con todos.
Ni bien vi la lista de autores peruanos convocados, sentí, aparte de vergüenza ajena y desazón, que me estaban haciendo una broma de muy mal gusto. Me pregunto: ¿a quién en su sano juicio se le ocurre convocar a poetas cuya producción no llama la atención de nadie, o en su defecto una que es sobrevalorada, sabiendo que hay otras voces, entre trajinadas yjóvenes (no necesariamente de la primera edición), y con libro publicado para más señas, cuyas poéticas son superiores a las de Doris Moromisato, Paolo de Lima, Carlos Estela, César Toro Montalvo, Raúl Heraud, Alejandro Susti, Nora Alarcón, Luis La Hoz, Reynaldo Naranjo, Cecilia Podestá, Eduardo Lores y Edgar Saavedra? Sin duda, para la conformación de esta lista, no se aplicó como tiene que ser unserio filtro de calidad, lo cual da pie a la sospecha razonable de que jugaron factores extraliterarios, tan comunes en nuestros predios poéticos, que terminaron resintiendo aún más lo que se suponía tenía que ser un cumplidor sarao de las letras. Al parecer, y en este punto, Sandoval y su equipo leyeron personas, no poemas, mucho menos poemarios. ¿O es que les dio pena no convocar a algún...