politica y sociedad en america latina
Las grandes movilizaciones del mes de junio en 353 ciudades brasileñas, sorprendieron
tanto al sistema político como a los analistas y a las organizaciones sociales.
Nadie esperaba tantas manifestaciones, tan numerosas, en tantas ciudades y
durante tantotiempo. Como suele suceder en estos casos, los análisis no se hicieron
esperar. Al principio giraron en torno al problema inmediato que deflagró las
acciones: el aumento del precio del transporte urbano, la mala calidad del mismo
y los problemas que ocasiona a los usuarios. Poco a poco se fueron instalando
reflexiones más complejas que incluyeron la insatisfacción de amplias camadas de
la poblacióncon la vida cotidiana. Aun reconociendo que en la última década los
ingresos de las familias crecieron de forma sostenida, la insatisfacción que produce
la inclusión a través del consumo y la pervivencia de la desigualdad, están en la
base de reflexiones estimulantes.
Desde una mirada centrada en el movimiento social, este trabajo pretende
abordar de forma sucinta los nuevos modos deprotesta, organización y movilización
que fueron emergiendo en pequeños grupos militantes y ganaron visibilidad
luego de 2003, el año en que Luiz Inacio Lula da Silva llega al gobierno. La
continuidad de esos grupos integrados básicamente por jóvenes, su vocación de
trascender el escenario local, de involucrar a los más amplios sectores y de persistir
en formas de acción y organización que losdiferencian de partidos, sindicatos y
otras organizaciones tradicionales, les permitió convertirse en referencia ante las
limitaciones que vienen mostrando, desde tiempo atrás, el conjunto de movimientos
y organizaciones nacidos a comienzos de la década del ochenta.
En general, los análisis han pecado de excesiva generalización y en ocasiones
han atribuido un papel casi mágico a las “redessociales” para activar a millones
de personas. “La juventud, conectada en las redes sociales y con los dedos ágiles
en sus celulares, ha salido a las calles a protestar en diversas regiones del mundo”,
dijo el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (Da Silva, 2013). “Fuera de las redes
sociales, no hay nada que esté organizando la sociedad”, señaló el destacado
intelectual Luiz Werneck Vianna(Vianna, 2013: 9). En otros se vincula una nueva
clase media con la “revolución 2.0” y se sostiene que las luchas de junio en Brasil
forman un todo con la primavera árabe y los indignados (Cocco, 2013: 17).
Por el contrario, postulo en sintonía con James C. Scott que las claves de lo
que sucede en el escenario público hay que buscarlas en las prácticas cotidianas
de los sectores populares y muy enparticular en lo que el autor llama “espacios
ocultos”, donde los subordinados elaboran discursos antagónicos al poder:
“Los actos temerarios y altaneros que impresionaron tanto a las autoridades
fueron tal vez improvisados en la escena pública, pero habían sido ensayados
por largo tiempo en el discurso oculto de la práctica y la cultura populares”
(Scott, 2000: 264). Concentrarnos en el...
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