Poner Límites En El Aula
Las normas que pongamos deben ser pocas y claras. No podemos estar siempre diciéndoles que no a todo y además, debemos asegurarnosde que las entienden, o difícilmente las cumplirán. Hay que ser constantes con las normas y consecuencias con las decisiones tomadas: las órdenes que nunca se cumplen,los castigos que olvidamos, etc. provocan una pérdida de autoridad y le confunden.
Es muy beneficioso felicitar al niño siempre que se lo merezca,especialmente si ha cumplido una nueva norma o un límite que le cuesta asumir. Así le daremos confianza en sí mismo. Ser cariñosos pero firmes es importante. Se deben buscarsoluciones, sanciones y recompensas adaptadas a lo acontecido, ya que esto lo ayudará a evitar confusiones en el niño: no podemos llamarle con la misma intensidad laatención a un niño cuando ha golpeado a un compañero o cuando ha derramado la leche.
Debemos ser flexibles en torno a tener en cuenta el contexto por el cual elniño cometió su falta. Pero a pesar de esto (de entender el contexto), la decisión que tomó el niño, en el momento de quebrantar una regla, tiene que tener unaconsecuencia lógica, clara, consistente y natural.
Algunas cosas no son negociables, ni lo deben ser. (El irrespeto por los demás, por ejemplo.)
Esimportante involucrar a los niños en la construcción de los limites, de este modo buscamos que logren reflexionar sobre sus propias acciones.
Por último, no podemosolvidar que lo que se busca sancionar es la conducta, no la persona. Esto podría traer consecuencias psicológicas negativas (inseguridad, temor, baja autoestima, etc.)
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