Preescolar

¿Cuidar niños? ¿Soportar mordidas, llantos y berrinches? ¿Entretenerlos mientras llegan los papás?

Éstas y muchas más interrogantes se albergan dentro de las personas, cuando escuchan la palabra “educadora”.
En México, mi país, generalmente las docentes en educación preescolar somos desvalorizadas y criticadas, pues se cuenta con la errónea percepción, que nosotras cuidamos niños. Pero porlo contrario, los educamos. Estoy convencida de que el nivel preescolar es el primer cimiento para construir un íntegro ser humano; si la base no es la adecuada, entonces será imposible desarrollar laspotencialidades que nos harán destacar y sobresalir.
Recuerdo mis gratos momentos de infancia, donde me la pasaba las horas frente a un pizarrón de juguete, simulando ser la maestra de todosaquellos apreciables osos de peluche; soñaba con algún día convertirme en una excelente profesora.
Mi sueño comienza a despegar, cuando inicié mis estudios en la Escuela Normal Particular autorizadaInstituto Motolinía. Sería imposible negar que en esta institución escolar pasé los cuatro mejores años de mi vida. Recuerdos gratos, amistades inquebrantables y sucesos memorables transcurrieron durante micarrera.
A partir del segundo semestre escolar, comienzan mis prácticas profesionales en diferentes jardines de niños, tanto de zonas urbanas como marginales o rurales. Durante estas visitas comienzoa percibir que cada centro de trabajo cuenta con su propio toque y autenticidad. A partir de la práctica directa, me doy cuenta de que la docencia es mi vida. Me siento plena y feliz frente a ungrupo de niñas y niños.
Posteriormente, unos meses antes de terminar mi carrera profesional, comienzo a prepararme para un examen decisivo que cambiaría mi vida: la prueba de oposición, mediante la cualcada año miles de maestros de toda la República Mexicana buscan tan sólo una oportunidad para ser parte de uno de los sindicatos más poderosos e influyentes del país: El Sindicato Nacional de...