preguntas y respuestas del libro el caballero de la armadura oxidada
DE LA
ARMADURA
OXIDADA
Robert Fisher
Biblioteca de Autoayuda
Foro VivirLibre.org
www.vivirlibre.org
Noviembre 2010
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Material Distribuido Gratuitamente para los participantes de los Grupos T
erapéuticos “Aprendiendo a amar de nuevo”
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EL DILEMA DEL CABALLERO
Hace ya mucho tiempo, en una tierra muy lejana, vivía un caballero que pensaba que era bueno, generoso
y amoroso. Hacía todo lo que suelen hacerlos caballeros buenos, generosos y amorosos. Luchaba contra
sus enemigos, que era malos, mezquinos y odiosos. Mataba a dragones y rescataba a damiselas en
apuros. Cuando en el asunto de la caballería había crisis, tenía la mala costumbre de rescatar damiselas
incluso cuando e
llas no deseaban ser rescatadas y, debido a esto, aunque muchas damas le estaban
agradecidas, otras tantas semostraban furiosas con el caballero. Él lo aceptaba con filosofía. Después de
todo, no se puede contentar a todo el mundo.
Nuestro caballero era f moso por su armadura. Reflejaba unos rayos de luz tan brillantes que la gente del
a
pueblo juraba no haber visto el sol salir en el norte o ponerse en el este cuando el caballero partía a la
batalla. Y partía a la batalla con bastante frecuencia. Ante lamera mención de una cruzada, el caballero se
ponía la armadura entusiasmado, montaba su caballo y cabalgaba en cualquier dirección. Su entusiasmo
era tal que a veces partía en varias direcciones a la vez, lo cual no es nada fácil.
Durante años, el caballero es esforzó en ser el número uno del reino. Siempre había otra batalla que
ganar, otro dragón que matar y otra damisela que rescatar.
Elcaballero tenía una mujer fiel y bastante tolerante, Julieta, que escribía hermosos poemas, decía cosas
inteligentes y enía debilidad por el vino. También tenía un hijo de cabellos dorados, Cristóbal, al que
t
esperaba ver algún día, convertido en un valiente caballero.
Julieta y Cristóbal veían poco al caballero porque, cuando no estaba luchando en una batalla, matando
dragones o rescatandodamiselas, estaba ocupado probándose su armadura y admirando su brillo. Con el
tiempo, el caballero se enamoró hasta tal punto de su armadura que se la empezó a poner para cenar y, a
menudo, para dormir. Después de un tiempo, ya no se tomaba la molestia de quitársela para nada. Poco a
poco, su familia fue olvidando qué aspecto tenía sin ella.
Ocasionalmente, Cristóbal le preguntaba a su madrequé aspecto tenía su padre. Cuando esto sucedía,
Julieta llevaba al chico hasta la chimenea y señalaba el retrato del caballero.
- He aquí a tu padre - decía con un suspiro.
Una tarde, mientras contemplaba el retrato, Cristóbal le dijo a su madre:
-Ojalá pudiera a ver a padre en persona.
-¡No puedes tenerlo todo! - respondió bruscamente Julieta.
Estaba cada vez más harta de tener tan sólo unapintura como recuerdo del rostro de su marido y estaba
cansada de dormir mal por culpa del ruido metálico de la armadura.
Cuando paraba en casa y no estaba absolutamente pendiente de su armadura, el caballero solía recitar
monólogos sobre sus hazañas. Julieta y Cristóbal casi nunca podían decir una palabra. Cuando lo hacían, el
caballero las acallaba, ya sea cerrando su visera o quedándoserepentinamente dormido.
Un día, Julieta se enfrentó a su marido.
- Creo que amas más a tu armadura de lo que me amas a mí.
- Eso no es verdad - respondió el caballero - ¿Acaso no te amé lo suficiente como para rescatarte de
aquel dragón e instalarte en este elegante castillo con paredes empedradas?
- Lo que tu amabas - dijo Julieta, espiando a través de la visera para poder ver sus ojos - era...
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