Preludio

A menudo me han considerado un tipo sencillo, cordial y tranquilo, con el que puedes confiar porque
no tendría sentido para mi hacer daño a un ser querido. Mi localidad esta cerca de una ciudadbien abastecida
donde conviven ciudadanos variopintos. Yo estoy situado en una casita un poco apartada de la ciudad donde la
naturaleza hace florecer mi inspiración para estudiar y vivir con calma.Estoy compartiendo morada con una chica, su nombre es Belania. Se ha venido recientemente gracias a un anuncio que colgué en la revista del municipio donde buscaba una persona con quien compartir techo,le gusto la idea nada más comprobar y verse rodeada de la arboleda, un río celestial y el recibimiento que mi perro Draco y yo le dimos el primer día que entró por la puerta ha echarle un vistazo ala inmobiliaria.
Mi vida se centra últimamente en trabajar de camarero en un restaurante de categoría con una reputación intachable y, sí, tengo que llevar el atuendo servicial y ser la efigie delesfuerzo puesto que hay muchas mesas y tripas que llenar. Otras de mis inquietudes que dan aliento a mi vida es el estudio arduo de la Psicología, disciplina que de momento me ha llevado poco tiempo yque espero que me brinde un buen futuro. Los fines de semana son algo con lo que me siento mas distendido , suelen aparecer por la vereda que hay delante de casa armando jaleo mis alter-ego o amigosinseparables con tal de saciar su sed a base de litronas y jarana nocturna.

Hoy me he levantado con frescor bajo mi sabana, la he pellizcado y la he separado de mi cuerpo.
Olía a tostadas conmermelada y parecían que estuviesen acabadas de hacer. Belania solía levantarse temprano,
era su forma de aprovechar la mañana aunque, aparte de hacer unos desayunos de rechupete también le movía lafilosofía. Me dijo que es una forma de explayarse bastante saludable. Yo estoy plenamente de acuerdo con ella y a veces le he dado vueltas a la cabeza a temas con los que me he sentido realizado, uno de...