Presentaciones
Es el enemigo a batir, porque representa un desmentido viviente a la presunta falta de inteligencia y humanidad que achacan a los católicos. En esta últimacampaña –cuidadosamente preparada– han recurrido a una acusación que tiene ciertas bases reales y se presenta cargada de morbo.
Aunque la temática dista mucho de ser nueva. La secreta actividadsexual de sacerdotes y religiosos es un tópico frecuentado por la novela anticlerical decimonónica, con resultados ocasionalmente tan brillantes como La Regenta de Clarín.
El aditamento actual hace quela agresión apunte a algo todavía más morboso: la homosexualidad ejercida contra menores. Con ello empiezan las paradojas. Porque la liberación sexual y la ideología de género es el tema central delos supuestos progresistas españoles, que han renunciado a las reivindicaciones sociales y a la vanguardia cultural.
Lo suyo es, ahora, la promoción de la homosexualidad, el desprecio a la familia yel adoctrinamiento de adolescentes y niños en la práctica temprana del sexo, con especial énfasis en sus variantes menos naturales. Lo que –según pretenden– les desmarca de una inquietante cercaníacon lo que ahora denuncian, es la supuesta libertad de aquellos a quienes incitan a ejercitarse en modalidades sexuales consideradas por muchos como escasamente éticas.
Pero surge inmediatamente lapregunta: ¿acaso son realmente libres los niños y niñas, desde los 11 años, a quienes se somete a “talleres de masturbación”, “exploración del clítoris” y otras experiencias que da hasta vergüenzanombrar? Y esto no es algo episódico o accidental.
En algunas comunidades autónomas el erotismo sistemático se considera un capítulo obligado de la Educación para la Ciudadanía, al menos en los...
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