Profesiones formativas
Páginas: 14 (3343 palabras)
Publicado: 26 de febrero de 2012
rente veneración por una verdad que también está confiada a su solicitud, pero que al mismo tiempo lo transciende infinitamente, como se mide la calidad moral de su empeño profesional.
Bibtiografía
AA.VV., La coscienza cristiana, Ed. Dehoniane, Bolonia,
E. CHIAVACCT, Teologia morale, Asís, 1972.
1988.
197
l.
vol.l, Morole
generale, Cittadella,
C. CATTI, Temi di moralefondanxentale, Elle Di Ci,I¡umann (Turín),
T. GOFFI - G. PIANA, Corso di teologia morale, vol.I, Vifa nuova in Crist.o (morale fondamentale o generale), Queriniana, Brescia, 1983. R. GUARDIM, Ln coscienza, Morcelliana, Brescia, 1933.
B. HÁRINC , Liberi e fedeti in Cristo, Teologia morale per preti e laici, vol. I. Ed. Paoline, Roma, 1979.
Segunda parte
D. VON HILDEBRA¡¡D, Veri e falsi principidi morale, Morcelliana, Brescia, 1962.
¿poR QUE
UNA ETICA PROFESIONAL?
G. MADINIER, t982.
la
coscienza morale, Elle
Di Ci, Leumann (Turín),
R. SCHNACKENBURC , Messaggio morale del N.7., Ed. Paoline, Alba, 1971.
40
Trabajo y profesión conllevan para él experiencias exhausti de expansión de sí, pero también momentos de frustración, de frimiento y de humillación.
El primerproblema moral que emerge de esta
una experiencia tan radicalmente ambivalentb.
constataci(
será, pues, el del comportamiento interior y el de Ia calidad de li motivaciones que el cristiano estará llamado a asumir respecto o
Ciertamente la realización de sí representa uno de los signifi.
Capítulo único
cados y motivaciones más sentidas de la profesión, pero el creyente no puedelimita¡se a ver la propia realización únicamente en tér-
l.
Cómo autorrealízarse a través de la profesión
minos de utilidad, prestigio iocial, ejercicio del poder; ni siquiera en el'ejercicio satisfactorio de la creatividad, responsabilidad, genio, en la expansión armoniosa y casi espectacular de las propias cualidades humanas. En el estadio actual del desarrollo productivo (pero también encualquier orro orden previsible de la producción económica, para un futuro no ilinlitadamente lejano) esto estaría reservado realmente para unos pocos.
. En.ll primera parte.hemos visto el porqué y el significado úl_ timo del empeño morar, inspirados .n I r" cristiana; ahora debemos pregunrarnos por.qué esta experiencia debe abrazar la reatidad de tas profesiones, "*,ánál.rriuou to, laelaboración de una ética profeiinat. ""_ Es fácil responder este interrogante si sólo pensamos, por una parte, en er carácter totaritario integrante de la fe, que'tien" ae significados propios todo el obrar ¿ei " creyenre, y, por otra pane, 19.cue el ejercicio de una profesión 3n -"..u profundamente toda la vida de un hombre, sea en su dimensión de autorrearización personal, sea en su dimensión deapertura a los otros j"..rp""."_ V bilidad social.
v.árffi;;tf;;il
Hay que reconocer que las capacidades autorrealizadoras del trabajo están ligadas más bien a su significado ético, es decir, al hecho de que éste constituye un servicio social y una fonna objetiva de solidaridad.
Se trata naturalmente de una concepción de la realización de sí, comprensible plenamente sólo a la luz de la fe,distinta de la condición egocéntrica dominante en nuestra cultura.
El creyente tratará, pues, de superar las motivaciones puramente interesadas, egoístas y oportunistas que una sociedad inspirada en lo contractual y dominada por el desencadenamiento de los intereses corporativos, tiende a privilegiar. Esto no significa la definitiva e intencional exclusión del trabajo de todo aspecto positivo desatisfacción, de creatividad y de expansión; se trata más bien de no tomar estos aspectos como finalidades exclusivas para buscar a toda costa, rehusando sistemáticamente asumir sobre sí una justa parte de la fatiga del trabajo humano, para descargarla únicamente sobre los más débiies. No se puede, en efecto, negar que cada uno de los seres humanos pagan, por la realización de los objetivos sociales...
Bibtiografía
AA.VV., La coscienza cristiana, Ed. Dehoniane, Bolonia,
E. CHIAVACCT, Teologia morale, Asís, 1972.
1988.
197
l.
vol.l, Morole
generale, Cittadella,
C. CATTI, Temi di moralefondanxentale, Elle Di Ci,I¡umann (Turín),
T. GOFFI - G. PIANA, Corso di teologia morale, vol.I, Vifa nuova in Crist.o (morale fondamentale o generale), Queriniana, Brescia, 1983. R. GUARDIM, Ln coscienza, Morcelliana, Brescia, 1933.
B. HÁRINC , Liberi e fedeti in Cristo, Teologia morale per preti e laici, vol. I. Ed. Paoline, Roma, 1979.
Segunda parte
D. VON HILDEBRA¡¡D, Veri e falsi principidi morale, Morcelliana, Brescia, 1962.
¿poR QUE
UNA ETICA PROFESIONAL?
G. MADINIER, t982.
la
coscienza morale, Elle
Di Ci, Leumann (Turín),
R. SCHNACKENBURC , Messaggio morale del N.7., Ed. Paoline, Alba, 1971.
40
Trabajo y profesión conllevan para él experiencias exhausti de expansión de sí, pero también momentos de frustración, de frimiento y de humillación.
El primerproblema moral que emerge de esta
una experiencia tan radicalmente ambivalentb.
constataci(
será, pues, el del comportamiento interior y el de Ia calidad de li motivaciones que el cristiano estará llamado a asumir respecto o
Ciertamente la realización de sí representa uno de los signifi.
Capítulo único
cados y motivaciones más sentidas de la profesión, pero el creyente no puedelimita¡se a ver la propia realización únicamente en tér-
l.
Cómo autorrealízarse a través de la profesión
minos de utilidad, prestigio iocial, ejercicio del poder; ni siquiera en el'ejercicio satisfactorio de la creatividad, responsabilidad, genio, en la expansión armoniosa y casi espectacular de las propias cualidades humanas. En el estadio actual del desarrollo productivo (pero también encualquier orro orden previsible de la producción económica, para un futuro no ilinlitadamente lejano) esto estaría reservado realmente para unos pocos.
. En.ll primera parte.hemos visto el porqué y el significado úl_ timo del empeño morar, inspirados .n I r" cristiana; ahora debemos pregunrarnos por.qué esta experiencia debe abrazar la reatidad de tas profesiones, "*,ánál.rriuou to, laelaboración de una ética profeiinat. ""_ Es fácil responder este interrogante si sólo pensamos, por una parte, en er carácter totaritario integrante de la fe, que'tien" ae significados propios todo el obrar ¿ei " creyenre, y, por otra pane, 19.cue el ejercicio de una profesión 3n -"..u profundamente toda la vida de un hombre, sea en su dimensión de autorrearización personal, sea en su dimensión deapertura a los otros j"..rp""."_ V bilidad social.
v.árffi;;tf;;il
Hay que reconocer que las capacidades autorrealizadoras del trabajo están ligadas más bien a su significado ético, es decir, al hecho de que éste constituye un servicio social y una fonna objetiva de solidaridad.
Se trata naturalmente de una concepción de la realización de sí, comprensible plenamente sólo a la luz de la fe,distinta de la condición egocéntrica dominante en nuestra cultura.
El creyente tratará, pues, de superar las motivaciones puramente interesadas, egoístas y oportunistas que una sociedad inspirada en lo contractual y dominada por el desencadenamiento de los intereses corporativos, tiende a privilegiar. Esto no significa la definitiva e intencional exclusión del trabajo de todo aspecto positivo desatisfacción, de creatividad y de expansión; se trata más bien de no tomar estos aspectos como finalidades exclusivas para buscar a toda costa, rehusando sistemáticamente asumir sobre sí una justa parte de la fatiga del trabajo humano, para descargarla únicamente sobre los más débiies. No se puede, en efecto, negar que cada uno de los seres humanos pagan, por la realización de los objetivos sociales...
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