Protocolo

EL CASO DE PIL S.A.

Hoy ha sido un mal día para Roberto Jiménez.
Ayer comenzó a trabajar para la empresa PIL SA, empresa que está en momentos de cambio importantes, entre ellos la redificiónestratégica para los siguientes tres años.

Con la prisa del segundo día no se ha puesto las gotas para la conjuntivitis y los ojos no paran de llorarle; además ayer no escuchó las noticias del paro deltransporte por lo que esta mañana ha llegado bastante tarde al trabajo (pagó dos taxis, pues no podía darse el lujo de llegar tarde en el segundo día laboral). Miguel Martínez, responsable de lasección de producción le ofreció una taza de café que él no rechazó; y como le comentaron ayer que éste era un hombre duro no se atrevió a decirle que había llegado tarde.

Miguel aprovechó queRoberto es psicólogo para decirle acerca de unos cambios que haría en una sección, pero lo cierto es que no le ha prestado demasiado atención y ha asentido sin demasiado convencimiento a la propuesta deactuación de Miguel.

Definitivamente tarde, cuando ha abierto la sala de reuniones ya no quedaba nadie del equipo de alta dirección, eso si, la pared estaba llena de tarjetas con frases escritasaparentemente desordenadas. Se les han debido olvidar, pensó, y todo está hecho un desastre; intentaré arreglarlo – pensó – y con la mejor de las intenciones recogió las cartulinas y, sin orden niconcierto, las metió en uno de los sobres.

En ese momento llegó su Jefa, María, con el gerente general, los directores comerciales, de marketing, de producción y el asesor empresarial. Se lo quedaronmirando incrédulos, se había cargado el trabajo que hicieron ayer. Afortunadamente el asesor de la empresa, amigo de Roberto, se puso a reír, primero de forma nerviosa y luego a carcajadas.

No tepreocupes Pedro – le dijo al gerente general- Roberto puede solucionarlo sin problemas y de manera tranquila, en cuanto dejen de llorarle los ojos, y pueda leer lo que dicen las tarjetas y se dé...