Psicólogo / Profesor De Enseñanza Media

AUDEPP
Jornada Científica Regional
“TIEMPO DE CAMBIO: PSICOANÁLISIS Y EDUCACIÓN EN LA INTERDISCIPLINA”
23 Y 24 DE JULIO DE 2010
Conferencia de cierre
ALEGATO POR LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
Prof. Psic. Luis Correa Aydo

La institución educativa, tal como la conocimos la mayoría de los que hoy somos adultos durante nuestra época de alumnos, e incluso para algunos que somos docentes, talcomo aún era al comienzo de nuestra práctica, no existe más. Aquella escuela era un dispositivo típico de la modernidad. Su vigencia, de más de un siglo, da cuenta de la adecuación lograda entre escuela y sociedad por quienes le dieron forma a mediados del siglo XIX. En el Río de la Plata, tanto Sarmiento (1811 – 1888) como Varela (1845 – 1879), se inspiraron en el paradigma positivista, tomandocomo modelo a pedagogos norteamericanos. Este dato no es irrelevante porque dice mucho del propósito de dichas reformas en tanto se inspiran en la cuna de la sociedad desarrollada moderna, construida en un complejo entramado de libertad, orgullo, individualismo y afán de progreso material. Aquellas reformas escolares son en nuestro medio parte del proceso de disciplinamiento y suponen confiar a lainstitución educativa la alquimia transformadora de la fuerza juvenil de la sociedad de fines de siglo XIX, cuyo promedio de edad era de 17 años, en una ciudadanía sensata y ordenada, capaz de construir un futuro próspero (Barrán).
La escuela vareliana, bajo el triple conjuro de la laicidad, la gratuidad y la obligatoriedad, apuntaba a que los egresados fueran capaces de insertarse en el mundodel trabajo y/o de los estudios superiores, como protagonistas de un proceso de progreso personal y colectivo. En el plano del conocimiento los aprendizajes impartidos eran portadores de una significación de verdad irrefutable. Concomitantemente las actitudes promovidas por la dinámica escolar – también impuestas como indiscutibles y universales– tendían a lograr una integración social armónicabajo el respeto de la autoridad y del saber. La cultura académica era un bien que todos valoraban, incluso los sectores sociales con mayores dificultades en su adquisición, pautando una aspiración general de progreso y elevación espiritual.
Todo esto ha sufrido un cambio radical y desde varios frentes, haciendo que la institución educativa ya no pueda constituirse en escala segura de ascensosocial y presente desde hace treinta años por lo menos, signos inequívocos de crisis.
Como en toda situación de crisis lo que más afecta a los sujetos es la dificultad para prever el futuro, engendrando sentimientos de malestar, ansiedad, e inseguridad en los actores de la vida institucional y pérdida de consideración ante el conjunto de la sociedad. Dice Lucía Garay (p. 154): La crisis actual dela educación y de la escuela es una crisis institucional, porque hoy se ha roto y ha perdido legitimidad el orden simbólico unívoco que estructuró las funciones de la vida institucional de la escuela durante más de un siglo.” Y más adelante (p. 156): “Resquebrajado el orden simbólico que investía a las instituciones educativas de legitimidad y autoridad, la crisis de la educación impide (saber)qué pensar y qué hacer. Los actores de la educación nos encontramos sabiendo lo que no queremos, intuyendo sin precisión lo que deseamos.”
¿Cómo llegamos hasta acá? Para poner orden en una tentativa de respuesta a esta pregunta, enumeraré tres factores coadyuvantes:
A) Masificación y exclusión social. La instituciones públicas de nuestro país constituían hasta los años setenta, más allá delos valores académicos de muchas instituciones privadas, el modelo hegemónico de las buenas prácticas educativas; integradoras desde el punto de vista social, de buen nivel académico, respetadas como instituciones y con docentes que, en términos generales, satisfacían muy bien las exigencias de la tarea. Pero desde entonces dos procesos de signo contradictorio se pusieron en marcha: por una...