Psicopatologia de la vida cotidiana
FREUD
Viena, 7
mayo de
7
Olvido de
propios
En año publiqué en la Revista dePsiquiatría y Neurología un pequeño trabajo titulado «Sobre el mecanismo psíquico del olvido», que quiero reproducir aquí, utilizándolo como punto de partida para más amplias investigaciones. Examinaba en dicho ensayo, sometiendo al análisis psicológico un ejemplo observado directamente por mí mismo, el frecuente caso de olvido temporal de un nombre propio, y llegaba a la conclusión de que estos casosde fallo de una función psíquica -de la memoria-, nada raros ni importantes en la práctica, admitían una explicación que iba más allá de la usual valoración atribuida a tales fenómenos. Si no estoy muy equivocado, un psicólogo a quien se preguntase cómo es que con mucha frecuencia no conseguimos recordar un nombre propio que, sin embargo, estamos ciertos de conocer, se contentaría con responderque los nombres propios son más susceptibles de ser olvidados que otro cualquier contenido la memoria, y expondría luego plausibles razones para fundamentar esta preferencia del olvido, pero no sospecharía más amplia determinación de tal hecho. Por mi parte he tenido ocasión de observar, en minuciosas investigaciones sobre el fenómeno del olvido temporal de los 9
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nombres, determinadas particularidades que no en todos, pero sí en muchos de los casos, se manifiestan con claridad suficiente. En tales casos sucede que no sólo se olvida, sino que, además, se recuerda erróneamente. A la conciencia del sujeto que se en recordar el nombre olvidado acuden otros -nombres sustitutivosson rechazados acto como falsos, pero que, sin embargo, continúanpresentándose la memoria gran tenacidad. El proceso nos había de conducir a la reproducción del nombre buscado se ha desplazado, por decirlo así, y nos ha llevado hacia un sustitutivo erróneo. Mi opinión es que tal desplazamiento no se halla a merced de un mero capricho psíquico cualquiera, sino que sigue determinadas trayectorias regulares y perfectamente calculables, o, por decirlo de otro modo,presumo los nombres sustitutivos están en visible conexión con el buscado, y si consigo demostrar la existencia de esta conexión espero quedará hecha la el proceso y origen del olvido de nombres. En el ejemplo que en elegí para someterlo al análisis, el nombre que inútilmente me había esforzado en recordar era el del artista que, en la catedral de Orvieto, pintó los grandiosos frescos de «laspostrimerías del hombre». En vez del nombre que buscaba -Signorelli- acudieron a mi memoria los de otros dos pintores -Botticelli y que rechacé en seguida como erróneos. Cuando el verdadero nombre me fue comunicado por un testigo de mi olvido, lo reconocí en el acto y sin vacilación alguna. La investigación de por qué influencias y qué caminos asociativos se había desplazado en tal forma la reproducción-desde Signorelli hasta Botticelli y me dio los resultados siguientes: a) La razón del olvido del nombre Signorelli no debe buscarse en una particularidad del mismo ni tampoco en un especial carácter psicológico del contexto en que se hallaba incluido. El nombre olvidado me era tan familiar como uno de los sustitutivos -Botticelli- y mucho más que el otro fio-, de cuyo poseedor apenas podría dar...
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