pueblos originarios

El aire se sintió frio, y ella apretó los parpados como una manera de concentrarse y discriminar los ruidos dentro de la habitación, abrió los ojos con lentitud, un tanto distanciado de ella, Jongup arreglaba su equipaje.
Una presentación de unos días en Japón, se había colado entre sus horarios, arruinándole la semana libre que tenía, la misma por la que ella había viajado para verlo.Cruzando la habitación las miradas de ambos se encontraron, Jongup de manera automática dejó lo que hacía para ir hasta donde ella estaba.
- ya me tengo que ir- le anunció arrodillándose a su lado de la cama, reposando los brazos sobre el colchón, con su rostro a la misma altura que ella, que descansaba su cabeza sobre la almohada. A falta de respuesta continuó- ¿estarás bien?- preguntó un tantoinquieto. Esta situación lo tenía descontento.
- solo serán dos días…- contestó finalmente en voz baja y adormilada, mientras estiraba su mano, para tomar la de él que reposaba sobre las sabanas. Ante aquel simple contacto Jongup se sintió un poco más tranquilo al escucharla. Miró la mano de ella sobre la suya y la movió para entrelazar sus dedos, en aquel agarre sintió como se disolvía la molestiaporque siente que siempre la encuentra a ella en esos pequeños actos. Con pesar mezclado de un suspiro deshizo el agarre. Se acercó para besar sus labios en un simple roce y se levantó de su posición.
Ella se quedó en la cama, refugiándose entre los cobertores, mientras lo veía prepararse para irse, cuando se aseguró que todo estaba en orden, volvió para un rápido abrazo.
- diviértete- le pidió,él asintió mientras caminaba hacia la puerta.
- volveré antes de que te des cuenta- dijo tomando el picaporte
- lo sé…- contestó ella, él se detuvo para mirarla una última vez- ya vete- le dijo de repente, él le sonrió y sin decir nada más salió del cuarto de hotel.
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Su mirada se perdió entre el paisaje que se veía a través del ventanal del apartamentode su amiga, una sensación le llenaba el corazón todo venía a mezclarse con el naranja pesado que había teñido completamente el cielo. El primer día, separados, ya casi terminaba.
- ¿estás bien? – le preguntó su amiga de repente, sentada en su escritorio a un lado suyo
- si…- dijo una tanto desgana, mientras movía su cabeza ligeramente de un lado al otro.
- ¿lo extrañas?- inquirió dejando deteclear en su computadora. Ella se alejó del ventanal y pasó a mirar los libros en la estantería. No contestó de inmediato, no solía explayarse mucho sobre sus sentimientos, algunas veces tenía tantas sensaciones que terminaba considerándolo un tanto enredado de explicar.
- si…no sé…se siente extraño- dijo señalando de manera inconsciente con sus manos hacia su corazón- la habitación se sientevacía, además el frio y el otoño-soltó entre frases lo que le molestaba.- a esta altura ya me tendría que haber acostumbrado…- Su amiga la miró por un segundo, ella supuso que esta buscaba la frase justa, o era que la había entendido y no necesitaba responderle, con poca ganas de descubrirlo, esfumó sus propias palabras en el aire para decir algo que le había llamado la atención.- qué raro que estésescribiendo tan temprano…
- es que Bang también tenía tiempo libre y pasamos tan poco tiempo juntos que dejé lo que tenía que hacer… resumiendo… mañana tengo que entregar un artículo…
- entonces…mejor te dejo para que termines-dijo buscando sus pertenencias.
- podes quedarte, si quieres
-no, está bien...voy a ver qué hago con mi vida- se negó porque sabía que su amiga prefería escribir sola.
-♪♫ ♩ ♬~ Hoy mis ojos miran como tantas veces este otoño gris…hoy te estoy pidiendo que a pesar de todo seas feliz... cuando me haya ido recuerda que hay alguien que piensa en ti, cuando muera el día recuerda que hay alguien que vive por ti. ~ ♪ ♫ ♩ ♬- su amiga comenzó a cantar de repente.
-listo… me supero y me voy- dijo fingiendo un tono de voz lastimoso mientras se marchaba.
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Mientras...