que es escuchar a un niño
Introducción
Desde hace unos años he priorizado la reflexión sobre el análisis de las dimensiones más genéricas del proceso de salud enfermedad cuidado. No obstante, tengo siempre presente que en el corazón de las políticas, sistemas y servicios de salud, el cuidado y la atención se concretan en encuentrosabsolutamente singulares. La dimensión de encuentro, diálogo y escucha singular no es privativa de las prácticas “psi”. Un acto médico es, o debiera ser, un proceso de escucha, y la prescripción del medicamento –en caso de ser necesaria—debiera acontecer en el marco de tal vínculo, y como parte de una estrategia integral de abordaje del problema (Stolkiner y Ardila, 2012)
Emerson E. Merhy (2006)afirma que el producto del trabajo en salud son los “actos en salud”, constituidos simultáneamente por una dimensión cuidadora y una centrada en los saberes disciplinarios y los órdenes profesionales. De ello devienen los proyectos terapéuticos. A su vez, esa dimensión cuidadora –que no pertenece a un recorte profesional específico-- busca producir procesos del habla y de la escucha, relacionesintercesoras con el mundo subjetivo del usuario, posicionamientos éticos, etc.
En oposición a estos conceptos, los procesos de mercantilización de la salud promueven un ideario en el que el lenguaje economicista y la ponderación costo/efectividad omite tal dimensión cuidadora, y trata de reducir el trabajo en salud a la producción de actos profesionales preferentemente protocolizados, cuyo núcleocentral se ha desplazado del vínculo humanos a la tecnología y la farmacología. Un ejemplo de esto acontece cuando se trata de medir la “productividad” de los profesionales de la salud por el “número de consultas”, reduciendo la duración de las mismas hasta terminar pulverizando el producto, o sea el acto en salud. Se olvida en ello, que la consulta es un espacio –uno de los muchos espacios—dondeel trabajo en salud puede –aunque no siempre lo haga-- producir actos en salud, no sólo no es el producto en sí, sino que tampoco es un indicador confiable del mismo.
Considerando entonces, que la dimensión de cuidado inherente a toda práctica en salud implica la producción de procesos del habla y de la escucha, intentaré reflexionar alrededor de algunas preguntas que hacen al tema demedicalización de la infancia en su cruzamiento con el cuidado específicamente de los niños/as en el campo de la salud. Estas preguntas son:
1. Qué es escuchar? Qué es escuchar a un niño/a?
2. Qué dispositivo social y simbólico es “catalogar trastornos” ? Hay antagonismo entre escuchar y catalogar trastornos? En caso de ser así: en qué consiste ese antagonismo?
1. Qué es escuchar? Qué es escuchara un niño?
La esencia del lenguaje es amistad y hospitalidad Emmanuel Lévinas
Comencemos con una afirmación: la escucha es un acto de “hospitalidad”. Propongo tomar como referencia algunos fragmentos de “La Hospitalidad” de Jaques Derrida, y Anne Duformantelle (2000). Se trata de un texto cuya producción es congruente con la temática: ella lo invita, el filósofo es su huésped, laspáginas pares las escribe la anfitriona y las impares el invitado. Es un diálogo que acepta múltiples lecturas, entre ellas la que hago, que puede no guardar fidelidad con lo escrito.
Ya en el prólogo nos dicen:… “la hospitalidad se ofrece, o no se ofrece, al extranjero, a lo extranjero, a lo otro. Y lo otro, en la medida misma en que es lo otro nos cuestiona, nos pregunta. Nos cuestiona ennuestros supuestos saberes, en nuestras certezas, en nuestras legalidades”[1]………”amparamos, pues, a lo otro, al otro, lo alojamos, hospitalariamente lo hospedamos, y eso otro, ese otro, ahora por nosotros amparado, nos pregunta, nos confronta con ese, ahora, nuestro desamparo”[2] …. Alojar la pregunta carece de sentido si quien hospeda no está dispuesto a dejarse interrogar, se trata de una...
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