Rabit proof frence

1. CRECER EN JIGALONG.

Jigalong estaba a mucho camino de cualquier parte, justo a la salida del desierto. En los primeros años era solo un pequeño depósito para los hombres blancos que trabajaban en la granja de prueba de conejos. Ellos cabalgaban con sus caballos arriba y debajo de la valla, limpiándola de ramas de árboles y animales muertos, y arreglando los agujeros hechos por el fuego olas tormentas o los canguros.
Había también un almacén del gobierno en Jigalong, que daba comida gratis, ropa, y mantas a la gente del pueblo. Y en los años 30 los Mardu decidieron que Jigalong podría ser un buen sitio para ellos para quedarse. Llegó a ser su hogar, un ‘sitio para sentarse’ para su gente.
Molly creció en Jigalong, entre su gente, los Mardu. Su madre, Maud, era una joven mujerMardu que solía trabajar como sirvienta doméstica para el superintendente en el depósito. Su padre era Thomas Craig, un hombre inglés que trabajaba como inspector en la granja de prueba de conejos. Él llamó al bebé Molly, como su hermana, y muchas veces le compraba regalos de ropa y vestidos. Pero después de unos años, su trabajo en la granja terminó, y se mudó.
Molly era una niña preciosa, peromientras ella era todavía bastante pequeña, ya sabía que era diferente, porque su color de piel no era tan oscuro como la de los otros niños Mardu.
"¡Tú no eres Mardu, tú no eres wudgebulla!" le solían gritar los niños. "¡No eres nada! ¡Eres solo un chucho!"
Molly solía tirarles piedras, o perseguirlos con un bastón, pero las palabras todavía le hacían daño. Así que ella se sintió muy agradecidacuando un día, su madre dijo:
"Tengo noticias para ti. Dos de tus tías han tenido hijos, pequeñas niñas, y ellas son muda-muda, como tú."
"¿Van a venir a Jigalong?" preguntó Molly, muy nerviosa.
"Sí, muy pronto." Dijo Maude.
"¿Cómo se llaman?" preguntó Molly.
"Gracie y Daisy. Las dos son más pequeñas que tú, pero serán muy buenas amigas tuyas."
Molly estaba muy feliz. "¡Tengo dos hermanas!"gritó. "¡Tengo dos hermanas, viniendo a Jigalong!"
Y así fue. Molly, Gracie, y Daisy crecieron dentro y por los alrededores de Jigalong, entre su gran familia aborigen de sus madres y tías y tíos y abuelitas. Ellas llegaron a estar tan unidas como hermanas, siempre juntas, viviendo, durmiendo, jugando andando por los arbustos, buscando arbustos donde meterse…
Los hombres blancos llamaban a esosniños mestizos, niños de madres aborígenes y padres blancos. Por todo el país más y más niños mestizos estaban naciendo, y el gobierno estaba preocupado. ¿A dónde pertenecían esos niños? ¿A sus familias negras aborígenes? ¿O al mundo de los hombres blancos? El gobierno decidió que esos niños deberían ir a la escuela, donde aprenderían cómo llegar a ser sirvientes domésticos o trabajadores de granjas.Dos escuelas abrieron, una en el suroeste, y una cerca de Perth, llamada el Convenio de Nativos Ríos Moore. Los niños aborígenes de todo el oeste de Australia fueron sacados de sus familias y enviados a esas escuelas, para aprender cómo vivir como un hombre blanco.
Los años pasaron, y las estaciones vinieron y se fueron. Jigalong estaba a mucho camino de cualquier parte, pero los oficiales delgobierno fueron por todo el país, buscando a niños mitad aborígenes. El brazo de la ley era largo, y alcanzó también a Jigalong. Fueron puestas notas en los depósitos y las estaciones, se escribieron cartas y denuncias, se dieron órdenes…

2. DEJANDO JUGALONG.

En julio de 1931 la estación de las lluvias fue buena. Para los Mardu del desierto oeste, era tiempo de dar largos paseos por el monte,buscando comida del monte y cocinándola en fuegos por la noche.
Molly y sus dos primas disfrutaban viviendo en el monte. Recogían flores de los árboles, y las ponían en cubetas de agua para hacer una bebida dulce. Comían girdi-girdi, un tipo de canguro, y dámper, un pan liso cocinado en las ascuas calientes del fuego. El tiempo era bonito: cálido, pero no demasiado, con un profundo cielo azul...