Racismo
Introducción
La lucha contra la discriminación es un viejo ideal humanitario y su eliminación aparece como
una meta siempre inalcanzable. La sociedad humana parece empecinada en hacer de la
diferencia social o física un argumento para la exclusión o la marginación. Cuesta asimilar el
hecho de que la humanidad es variada, que las personas nacen y seguirán naciendo en
distantes puntos del planeta con rasgos diferentes y diferentes características étnicas.
Kliksberg señala que
“los grupos desfavorecidos tienen valores que les dan identidad. Su
irrespeto, o marginación, pueden ser totalmente lesivos a su identidad y bloquear las mejores
propuestas productivas. Por el contrario, su potenciación y afirmación pueden desencadenar
enormes potenciales de energía creativa” . Comparto esta idea y por eso creo que combatir la
discriminación es un deber del Estado y un compromiso de todos.
Aún en la actualidad, siglo XXI, se registran grandes niveles de racismo en todo el mundo.
Según estudios realizados por el psicólogo afroamericano, Kenneth Clark, más del 40% de la
población de países como India y Jordania no toleran el racismo; así como también Francia,
Medio Oriente y la Filipinas tienen actitudes poco tolerantes.
Desarrollo
Según algunos autores el racismo se trata de una actitud etnocéntrica o “sociocéntrica” que
separa el grupo propio del ajeno, y que considera que ambos están constituidos por esencias
hereditarias e inmutables que hacen de los otros, de los ajenos, seres inadmisibles y
amenazadores.
La Declaración Universal de los Derechos del Hombre define la discriminación como “
toda
distinción, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o
étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en
las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”
(art. 1).
Cabe definir que entendemos como práctica social discriminatoria a cualesquiera de las siguientes acciones:
“a) crear y/o colaborar en la difusión de estereotipos de cualquier grupo humano por
características reales o imaginarias, sean éstas del tipo que fueren, sean éstas positivas o
negativas y se vinculen a características innatas o adquiridas;
b) hostigar, maltratar, aislar, agredir, segregar, excluir y/o marginar a cualquier miembro de un
grupo humano del tipo que fuere por su carácter de miembro de dicho grupo;
c) establecer cualquier distinción legal, económica, laboral, de libertad de movimiento o acceso
a determinados ámbitos o en la prestación de servicios sanitarios y/o educativos a un miembro
de un grupo humano del tipo que fuere, con el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos o libertades fundamentales.” (INADI,
p.41,2005)
El racismo tiene como origen la Europa del siglo XIX, es un fenómeno principalmente social
que surge en el marco cultural de la modernidad bajo los tres pilares fundamentales: ciencia,
razón y progreso; derivado de las condiciones creadas por el expansionismo, las conquistas, la
necesidad de justificar la esclavitud de las personas africanas, las relaciones coloniales y sus
consecuencias tanto en el aspecto social y jurídica como la racial en occidente.
El racismo divide y cataloga a los humanos en “razas” las cuales fueron ordenadas de manera
jerárquica. Las diferencias culturales, históricas y sociales ...
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