Relato corto
Sintió calor en sus dedos, el cigarro se había consumido por completo, quemando hasta el filtro, haciendole una pequeña quemadura en su dedo índice. Miró su dedo, su mano, las uñaspulcramente pintadas de negro, el anillo de compromiso...El maldito anillo de compromiso. Cogió el diamante y lo tiró lejos de ella con fuerza, con furia, con algo parecido al dolor. Cayó justo al lado de losstilettos morados que compró la semana anterior, a juego con el vestido que aún llevaba puesto, lleno de arrugas, con una mancha enorme de vino, un extraño escalofrío recorrió su espalda, la piel sele puso de gallina.
"Una cosa es que seas una estúpida y otra que cojas un buen catarro..."
Con sumo cuidado se puso de pie, rodeó la enorme cama y cerró el balcón despacio, después apoyó la cabezaen el helado cristal, ¿Qué hora sería? ¿Las seis? ¿Las siete? Todavía era de noche, la contaminación de la ciudad no dejaba ver las estrellas de la ciudad y una suave niebla tapaba los coches. Concalma, se dio la vuelta y se enfrentó a la realidad de su oscura habitación. La mortecina luz de las farolas daban un aspecto tétrico a la estancia, no ayudaba tampoco la visión del armario abierto, unlado vacío, la maleta de viaje que en tantos buenos momentos les había acompañado ya no estaba, pero, en algún lado tenía que meter sus cosas ¿no?
Sabía que había sido su culpa, que ella era la...
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