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El miedo de los usuarios y el mal estado del transporte publico
Angustia
Ya es costumbre encomendarse a Dios antes de montarse en un autobús.
María De Faría
Dayana Hanna, se dirigía a tomar eltransporte público al salir de su residencia ubicada en la Avenida Bolívar de Naguanagua a las 12 del mediodía en la parada, todos se peleaban y mostraban desespero por ser los primeros en montarse yagarrar el deseado último puesto del autobús, a Hanna le tocó ir parada, ya estaba acostumbrada a este agitado comienzo de su día a día.
Niños llorando, la señora de la tercera edad que estabaparada y nadie le cede su puesto, es parte de esta aventura que marca la vida cotidiana del venezolano. El colector aprovecha para avisar que “Todos deben tener su pasaje en mano”, aunque ya la unidad detransporte estaba por encima de su límite de pasajeros cada vez se montaba más gente y el colector exclamaba “Arrímense todos hacia el fondo que sí caben, ¡colaboren!”.
En la parada de la AvenidaUniversidad, se monta un chamo que calcula Hanna, de 25-30 años, alto, contextura delgado, de piel morena y pelo corto, a dar el siguiente relato “Yo hago lo posible por salir adelante, vengo a ofrecerleseste caramelito, no importa cuánto me den, lo que realmente vale para mi es su intención de ayudarme”.
Sin embargo, nadie en la unidad de transporte le prestó mucha atención, él empezó su recorrido,al llegar el turno de Hanna colaboró con 5Bs que era lo que tenía en su cartera. La tensa calma y el calor se apoderaban de todos en el autobús, lo que parecía ser parte de la rutina se convirtió enuna situación incómoda.
Luego del recorrido para recolectar dinero y vender caramelos, él se paró entre la puerta y el conductor, “Quería que ustedes colaboraran de la mejor manera, pero debido a sufalta de atención, todos están en un atraco menos la chama que me colaboró (refiriéndose a Hanna)”, y así fue como empezó a recoger celulares, carteras, objetos de valor, y se bajo de la unidad...