Resumen "el patron" radiografia de un crimen
¿Es la dignidad humana un bien jurídicamente tipificable? ¿Realmente nuestros aparatos de justicia la pueden proteger y defender? A lo largo de este escalofriante testimonio, el lector no sólo tendrá la oportunidad de conocer de viva voz el desarrollo y desenlace de un hechodelictuoso más, sino que podrá meditar y decidir- en lo más profundo de su conciencia- cuál es el verdadero significado del crimen en nuestra desigual realidad latinoamericana. Se puede o no estar de acuerdo con el planteamiento de Elías Neuman, pero no se le puede ignorar.
Cuando Víctor llegó a mi estudio por primera vez y pronunció aquellas palabras: "La vida es un destino a cumplir", me produjo talimpacto que debí apresuradamente dejar de lado todos mis presentimientos acerca del caso. Apareció entonces, como una ráfaga del pensamiento, aquello que alguna vez dijera Charlot: "Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida". Al día siguiente, al comenzar nuestro diálogo, quedé atrapado, a la deriva de todo sustento, y me hundí enteramente en su confesión. Seguí con dolor de penitenteabismado las palabras de ese hombre al que sólo le quedaba la memoria de sus miserias para ofrecer, porque ya nada tenía.
Cuando escuché la grabación del relato, a solas y con la posibilidad de analizarlo con más distancia, no pude dejar de entroncarlo en la mitología gauchesca, de ver en Víctor al criollo de nuestras pampas, cerros y montañas, que se halla inmerso en un juego sobrecogedor eineludible que entrelaza la desesperación, la fatalidad, la muerte.
Se suele decir que el sistema o la organización de nuestra sociedad presenta contradicciones. Las distancias que separan a los seres que se desarrollan en distintos niveles o estratos sociales parece formar parte de una alucinación. En realidad, cabria preguntarse hasta qué punto existe esa contradicción o si simplemente esasdiferencias sustentan con solidez nuestra forma de vida.
La tangible historia del progreso que nos coloca sobre la plataforma de los "tiempos modernos", corre paralela con una serie de historias que se desarrollan ajenas a todo cambio y progreso. La pobreza y la marginación presentan sempiternamente sus variantes. La sociedad ha evolucionado en todo sentido, pero lamentablemente esto no significa quehaya logrado quebrar sus divisiones sociales o la ineluctable distribución de las piezas. El tablero con sus no menos ineluctables designios.
Víctor Saldivar, hijo del país desde siempre, desde toda generación, nacido en los dolores cotidianos de su tierra pobre y arrasada allá en Santiago del Estero, saturado por las mismas carencias y exigencias que decretan los miedos y la estela dedesgracia de tantos hombres en las latitudes argentinas, repitió en mi oficina, sin saberlo, el presagio, la sentencia de Juan Moreira (1), cuando mata al pulpero Sardetti, con la misma lúgubre resignación: "Ahora, que se cumpla mi destino".
Pero Moreira, que sólo puede emparentarse con Víctor por su origen y por la eterna cadena de sufrimiento y privaciones pasados, ubicado en otro contexto sociológicoy político, imprime a su rebeldía una tácita aceptación, la búsqueda de su muerte:
Y a todos pelearé -dijo el gaucho con fiereza suprema-. Yo no tengo nada en el mundo. Mi hacienda se la habrán repartido, a mi mujer y mi hijo ya no los volveré a ver más; no tengo otro camino que pelear con las partidas hasta que me maten, que será para mi día de placer porque habré concluido de penar.
Este...
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