Resumen Madame Bovary

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Madame
Bovary

Gustave Flaubert nació en Ruán en 1821 y
murió en Croisset en 1880. Hijo de un cirujano
que trabajaba en el hospital de Ruán, empezó
a escribir en su época adolescente. En 1840
realizó estudios de derecho en París y hacia
1849 escribió La tentación de San Antonio,
pero la obra que le otorgó fama mundial fue
Madame Bovary (1857), cuyapublicación le
acarreó un proceso judicial por inmoralidad.
Luego escribió Salambó (1862), La educación
sentimental (1869) y Tres cuentos (1977). Su obra
supone una verdadera revolución literaria que
marcaría a numerosos escritores posteriores.

Madame
Bovary
Gustave
Flaubert

Traducción de Ramón Ledesma Miranda

Título original: Madame Bovary
© Traducción: Ramón Ledesma Miranda
© Deesta edición:
2010, Santillana Ediciones Generales, S.L.
Torrelaguna, 60. 28043 Madrid (España)
Teléfono 91 744 90 60
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ISBN: 978-84-663-2256-0
Depósito legal: B-26.608-2010
Impreso en España – Printed in Spain

Diseño de colección: Txomin Arrieta

Primera edición: septiembre 2010

Impreso por Litografía Rosés, S.A.

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PRIMERA PARTE

I

Nos encontrábamos en clase cuando entró eldirector, seguido de un nuevo alumno con atavío de aldeano
y de un bedel cargado con un gran pupitre. Los que dormitaban despertaron y todos se incorporaron, afectando
haber sido sorprendidos en pleno trabajo.
El director hizo seña de que nos sentásemos, y dirigiéndose al maestro, le dijo en voz baja:
—Le recomiendo a este alumno, señor Roger; debe
entrar en la clase quinta. Pero si su aplicacióny su conducta lo merecen, pasará a los mayores, como corresponde
a su edad.
Arrinconado tras la puerta, apenas visible, el novato
era un chico rústico, de unos quince años, más alto que
ninguno de nosotros. Tenía un aire tímido y caviloso, y su
cabeza, rapada a punta de tijera, parecía la de un sochantre de aldea. Aunque no era ancho de espaldas, su chaqueta
de paño verde con negrabotonadura debía de molestarle
en las sisas, y las cortas bocamangas dejaban ver sus desnudas muñecas, curtidas a la intemperie. Surgían sus piernas, envueltas en medias azules, de unos pantalones amarillentos, rígidamente sujetos por los tirantes, y calzaba
gruesos zapatos, nada lustrosos, remachados por clavos.
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Dio comienzo el recitado de las lecciones, que él siguió atentamente, como siescuchara un sermón. No se
atrevía a cruzar las piernas, ni a apoyarse en el codo, y a las
dos, al sonar la campana, viose el profesor obligado a ordenarle se incorporase a la fila.
Al entrar en clase solíamos arrojar las gorras al suelo
para servirnos libremente de las manos; lo mejor era lanzarlas bajo el banco, desde la puerta, para que, al dar en la
pared, levantasen una polvareda. Ése era elsecreto.
Fuera porque no advirtiese la maniobra o porque no
se atreviera a ponerla en práctica, acabada la lección, aún
tenía el novato la gorra entre sus rodillas. Era una de esas
prendas complicadas, donde se conjugan los elementos del
chacó, de la barretina, de la gorra de nutria, del sombrero
hongo y del gorro de dormir; uno de esos pobres objetos
cuya muda fealdad llega a lasprofundidades de expresión del alma de un imbécil. Se iniciaba su ornamentación
con tres molduras circulares; después se alternaban con una
franja roja y unos rombos de pelo de conejo. Al fin, cierta bolsita acababa en un acartonado polígono, decorado
con trencillas, del que surgía un largo y fino cordón, rematado en borla y tejido de hilillo de oro. El armatoste era
de estreno y la visera relucía....