Rodion Romanovich Raskolnikov Existencialismo

ExietncHablar dignamente de la obra de Fiódor Dostoievski y de su personalidad, y de lo que significa para nuestro mundo interior es un desafío bastante difícil y arriesgado —pero no  imposible—, debido a que en este hombre hay un calibre literario y vital que reclama cada vez una medida nueva, una apertura hacia una rejuvenecida mirada.
A pesar de que, indudablemente, jamás podremos penetrar enla entraña más profunda de su mundo, nos vemos de todos modos ante la necesidad y el entusiasmo de reflexionar en torno a su figura. Porque Dostoievski, cual autor, no es nada ni nadie para quien no viva su obra —y su historia de vida— desde su interior. Para incursionar de manera óptima y profunda, para comprender de modo esencial la obra de Dostoievski, debemos apelar a lo más hondo de nuestrossentimientos, cavar las raíces abismales, enterradas, secretas y cómplices de nuestro ser. Iré más lejos: aún más esencial es la tarea de explorar el elemento del sufrimiento fuertemente presente en toda su obra. En Crimen y castigo, no sólo vemos a Rodión Romanovich Raskolnikov, el protagonista —en mi opinión, un fiel alter ego del propio Dostoievski—, cometer un crimen y luego ser castigado porel mismo, sino que también vemos allí una transición entre dolor y expiación, entre aflicción y redención. Hay allí una dualidad, una dicotomía que no sólo divide dos elementos, sino que también hace que vayan de la mano, que establezcan una relación de causa y efecto.
No obstante, ya desde el título de esta novela, podemos advertir que hay también marcada una separación entre culpa y expiación;sin embargo, éstas son nociones culturales que en manos del propio Dostoievski trascienden totalmente el cosmos de las convicciones morales ya asentadas para sumergirnos en un vértigo psicológico en el que la condenación y las míticas puertas del infierno están abiertas, y marcan la conducta de los personajes.
No hay que confundir la culpa con esa dualidad enlazada que comprende el sufrimiento ysu expiación; porque, a propósito, podemos pensar que, en un principio, Crimen y castigo es un estudio sobre la culpa, pero esta aseveración no es exacta: Raskolnikov no siente culpa, sino un terror y una extraordinaria sensación de alienación producidas por la otredad que conforma la humanidad que le rodea. Si bien sus amigos hacen lo posible por ayudarle de buena voluntad, él es incapaz deaceptar sus ayudas; es incluso incapaz de comprender sus propios sentimientos de amor y de compasión, porque se considera un paria, una persona insignificante, aspecto que le lleva a sentir también un —por llamarlo de alguna arriesgada manera— «complejo de inferioridad». A ello se suma, por consiguiente, el hecho de que su capacidad de matar encarna la alienación, antes que su causa o efecto.Nosotros, como lectores de los ires y venires de Raskolnikov, nos sumergimos en el delirio de un hombre, que es símbolo de la incomprensión que podría invadirnos si examináramos con detenimiento y con apertura crítica y empeñosa a los seres humanos que nos rodean.
Raskolnikov tiene un punto de vista particular respecto a la sociedad en que vive, el cual es dado a conocer por Porfirio Petrovich, en uno delos más emocionantes y trascendentales diálogos varios. Allí, en el planteamiento del crimen, subyace la desconcertante y terrible idea que expresa Raskolnikov en un artículo que escribió cuando era estudiante de Derecho:
El hombre extraordinario tiene derecho a autorizar a su conciencia a franquear determinados obstáculos sólo en los casos en que lo exija la realización de su idea, que puede aveces ser de utilidad a todo el género humano. Es interesante resaltar que casi todos esos bienhechores y conductores del género humano fueron terriblemente sanguinarios. En consecuencia, no sólo los grandes hombres, sino también todos aquellos que sobresalen, más o menos, del nivel común, capaces de decir algo nuevo, deben ser, necesariamente, en virtud de su propia naturaleza, unos criminales,...