Rol del arquitecto

El Rol del Arquitecto
La arquitectura ha sido siempre una profesión moralista y arrogante. Eso de que nosotros lo hacemos todo bien, pensando lo mejor para el mundo. Siempre he considerado que era un aspecto muy desagradable de la profesión.

El ser arquitecto para uno mismo no sirve. Es el interés por el sentido común y el bien integrado lo que le da el verdadero significado a laarquitectura. En ese sentido, es evidente que dentro de una época de alta polarización social y promoción individual sobre el bien común, existe un desequilibrio entre la arquitectura y el hombre que se hace cada vez más grande como producto de la separación entre la utopía-praxis del quehacer del arquitecto.
Ante esta situación es fundamental realizar una profunda reflexión sobre el rol que jugamos comoarquitectos, desde la formación y orientación que recibimos, de nuestro papel dentro de la sociedad, hasta la estructuración de un sistema de pensamiento como instrumento epistemológico para abordar la problemática del oficio (Chinchilla, 1994) y entender qué papel jugamos dentro una crisis ideológica producto de la transformación de paradigmas que las sociedades postindustriales están sufriendo yque abre paso a la experimentación en busca de respuestas ante el problema de identidad que la arquitectura padece hoy.
Si bien no es imprescindible pasar por la universidad para ser arquitecto si es imprescindible obtener formación en la vida, porque el arquitecto debe inicialmente hacerse hombre en todas sus dimensiones, que el arquitecto se hace después (Pohl, 1994). Para lograr ese objetivo laenseñanza de la arquitectura se apoya en análisis de la historia como una herramienta de interpretación de las actividades humanas con el fin de entender y poder dar una respuesta física y habitable a las necesidades del hombre.
En ese sentido la formación del arquitecto apunta a dos direcciones: la enseñanza tradicional que tiene a la historia como referencia constante y confía en lasistematización ordenada de los eventos y otra más preocupada por la búsqueda de conocimientos nuevos que nos lleva a indagar en otras disciplinas fuera de la arquitectura (matemáticas, música, economía, etc.) soluciones a los problemas que las nuevas condiciones sociales plantean. (Gonzales, 2011)
Las ciudades hoy se transforman a un paso tan acelerado que si bien algunas escuelas mantienen métodosheredados de la Ecole des Beaux-Arts de la enseñanza tradicional, existen otras que intentan dar respuesta a los nuevos condicionantes sociales cuestionando los valores tradicionales que nos plantea el análisis histórico, que si bien es un elemento importante y enriquecedor en la formación teórica del ser arquitecto, en mi opinión es necesario replantearse la metodología que se utiliza en su desarrollopues los nuevos medios de información de las sociedades modernas, han supuesto transformaciones importantes en el modo de habitar y en todo el sistema de valores sociales que nos obliga, a más allá de conocer los diferentes movimientos desarrollados a lo largo de la historia, a actuar e intervenir las ciudades en menor tiempo y de una forma más crítica capaz de cuestionar con afán de cambio, lasbases de la sociedad y el papel que en ella, la arquitectura y los arquitectos desempeñan.
Aquí es donde se acentúa la brecha entre la utopía de una arquitectura crítica del contexto histórico actual y, la triste forma en la que los arquitectos de hoy practicamos la arquitectura en una sociedad orientada al consumismo, en donde la forma poco a poco se ha convertido en el principal valor de mercado,transformando la ciudad en un contenedor de envoltorios de una sociedad de consumo para la cual los arquitectos, en el afán de producir “una arquitectura propia y única” hemos perdido la respuesta a los retos y necesidades que nos presenta la sociedad hoy y esencialmente hemos olvidado la arquitectura como una herramienta que mejore las relaciones humanas y genere cohesión social.
Es por esto...