Salvamento Maritimo

Hace escasos días ha tenido lugar la enésima tragedia en aguas del Estrecho, cobrándose la mar más vidas humanas de quienes pretendían llegar a nuestras costas buscando un futuro mejor para sí y paralos hijos que dejaron atrás o, quien sabe, que incluso llevaban consigo.

A la luz de tal suceso se han vuelto a levantar voces que reclaman una mayor implicación y un mayor esfuerzo por parte dequienes prestan los servicios de auxilio y salvamento marítimo en la zona del estrecho en estas situaciones, y vuelve a mi memoria determinada opinión gráfica –en forma de viñeta– en la que su autorpretendía, a juicio de quien suscribe de forma tan excesiva como injusta, denunciar una interesada desatención de estos sucesos por parte de las entidades de salvamento marítimo, a quienes se presumíaen labores más lucrativas y rentables que la de rescatar de la mar a inmigrantes cuyas vidas se encontraban en peligro de padecer en manos de la misma, prefiriendo frente a ello dedicar sus mejoresesfuerzos al salvamento de buques también afectados por la adversa climatología de días pasados.

Tal critica, permítasenos, no nos parece adecuada por desconocer una cuestión de fondo y por obviarotra.

La primera se refiere a la obligatoriedad que, conforme a los tratados internacionales suscritos por España, tiene la prestación de un servicio de salvamento y auxilio marítimo de buques, hechoque determina que nuestro país, como estado ribereño que es, considerada su situación de enclave estratégico en el tráfico marítimo y en cumplimiento de los Tratados internacionales que ha suscrito,se procuren los medios pertinentes para que las labores de salvamento y asistencia marítima puedan ser llevadas a cabo con garantías. Para estos fines, y no para otros, fue creada en su día la SociedadEstatal de Salvamento Marítimo a la que se dotó de embarcaciones idóneas para prestar los servicios que el ordenamiento jurídico imponía a España.

Partiendo de dicha premisa, desconocer que...