San Ambrosio de Milán
Páginas: 21 (5205 palabras)
Publicado: 8 de mayo de 2013
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia de la Iglesia, han surgido hombres prominentes en todos los aspectos que atañen a la vida del cristiano. La Iglesia ha pasado por varios momentos álgidos durante su existencia, desde las persecuciones por parte de los judíos y del Imperio Romano hasta las persecuciones que vemos en nuestra actualidad por parte de medios de comunicación, la laicidad en lacual vivimos e incluso en muchas partes por los mismos clérigos o personas “consagradas” al servicio de la Iglesia.
Pero nuestro objetivo para con este trabajo no es estudiar dichas persecuciones sino que nos detendremos en el estudio de un personaje que perteneció al siglo cuarto de nuestra era: la época de los padres de la Iglesia, llamada la época de oro de la patrística, cuyo legadotransmitido es de gran riqueza para nuestra época convulsionada, para iluminar el ecumenismo, para dilucidar el problema social, pala mejor interpretación de la biblia y para discernir el papel de la Iglesia en la vida cristiana actual1.
Al cual nuestro presente le debe mucho tanto en el aspecto exegético como en la vida pastoral y moral. Su talento para defender contra los paganos, herejes yjudíos las verdades de la fe revelada, lo hacen merecedor del título de doctor de la Iglesia: San Ambrosio de Milán.
Este breve trabajo acerca de Ambrosio se dividirá primero en una parte biográfica, luego un poco de su posición política y la defensa de la verdadera fe, en contraposición del arrianismo siendo ya obispo de Milán y por ultimo su espiritualidad tomada desde varios puntos.SAN AMBROSIO
1. Biografía
Ambrosio es un patricio, nacido en Tréveris, en el 337 o el 339, cuando su padre era allí el administrador de la prefectura de las Galias. A la muerte de este último, la familia regresó a Roma donde le joven realizó esmerados estudios y llegó a ser primero abogado, luego prefecto consular de la Emilia, con residencia en Milán2.
El obispo de la ciudad,Auxencio, era un arriano impenitente. Esto ocasionaba la división de la comunidad. La elección del sucesor se preveía tumultuosa y difícil. El prefecto estaba allí presente para velar por el orden y la imparcialidad. De común acuerdo, arrianos y católicos aclamaron como obispo a Ambrosio, aunque no era más que catecúmeno. Aunque era un candidato aceptado por todos, él mismo se opuso enérgicamente a suelección, pues no se consideraba preparado para ello. Solo por intervención del emperador se mostró finalmente dispuesto. Recibió el bautismo y luego, a los ocho días, la ordenación episcopal, el 7 de diciembre del 374 probablemente. Con esta ocasión distribuyó a los pobres y a la Iglesia todos sus bienes3.
La primera tarea del elegido fue aplicarse a adquirir, baja lo guía del presbíteroFeliciano, un conocimiento profundo de la escritura, a nutrirse de la exegesis de Filón y sobre todo de Orígenes, tarea que le resultaba fácil por su soltura en el griego. La mediación y la oración acabaron por hacer madurar su formación teológica y prepararlo para su actividad pastoral.
El obispo conservaba de su pasado el sentido del gobierno y, de sus responsabilidades, una autoridad innata queobligaba al poder imperial a doblegarse, empezando por la emperatriz Justina, protectora de los arrianos. Intervino en la elección de obispos, co mo el de Sirmium, cuya ortodoxia conocía bien. Des pués ejerció su influencia ante los emperadores, des de Valentiniano I hasta Graciano, para conjurar las últimas contraofensivas del arrianismo4.
Las relaciones con Valentiniano II fueron unas ve cesdifíciles y otras pacíficas. La masacre de la pobla ción de Tesalónica por el emperador provocó una ten sión extrema, al exigir el obispo la penitencia pública, a la que Valentiniano se sometió en la Navidad del 390. Se restableció la armonía y Ambrosio pronunció la ora ción fúnebre del príncipe en presencia de Honorio.
La influencia del obispo de Milán sobre el empera dor fue decreciendo....
A lo largo de la historia de la Iglesia, han surgido hombres prominentes en todos los aspectos que atañen a la vida del cristiano. La Iglesia ha pasado por varios momentos álgidos durante su existencia, desde las persecuciones por parte de los judíos y del Imperio Romano hasta las persecuciones que vemos en nuestra actualidad por parte de medios de comunicación, la laicidad en lacual vivimos e incluso en muchas partes por los mismos clérigos o personas “consagradas” al servicio de la Iglesia.
Pero nuestro objetivo para con este trabajo no es estudiar dichas persecuciones sino que nos detendremos en el estudio de un personaje que perteneció al siglo cuarto de nuestra era: la época de los padres de la Iglesia, llamada la época de oro de la patrística, cuyo legadotransmitido es de gran riqueza para nuestra época convulsionada, para iluminar el ecumenismo, para dilucidar el problema social, pala mejor interpretación de la biblia y para discernir el papel de la Iglesia en la vida cristiana actual1.
Al cual nuestro presente le debe mucho tanto en el aspecto exegético como en la vida pastoral y moral. Su talento para defender contra los paganos, herejes yjudíos las verdades de la fe revelada, lo hacen merecedor del título de doctor de la Iglesia: San Ambrosio de Milán.
Este breve trabajo acerca de Ambrosio se dividirá primero en una parte biográfica, luego un poco de su posición política y la defensa de la verdadera fe, en contraposición del arrianismo siendo ya obispo de Milán y por ultimo su espiritualidad tomada desde varios puntos.SAN AMBROSIO
1. Biografía
Ambrosio es un patricio, nacido en Tréveris, en el 337 o el 339, cuando su padre era allí el administrador de la prefectura de las Galias. A la muerte de este último, la familia regresó a Roma donde le joven realizó esmerados estudios y llegó a ser primero abogado, luego prefecto consular de la Emilia, con residencia en Milán2.
El obispo de la ciudad,Auxencio, era un arriano impenitente. Esto ocasionaba la división de la comunidad. La elección del sucesor se preveía tumultuosa y difícil. El prefecto estaba allí presente para velar por el orden y la imparcialidad. De común acuerdo, arrianos y católicos aclamaron como obispo a Ambrosio, aunque no era más que catecúmeno. Aunque era un candidato aceptado por todos, él mismo se opuso enérgicamente a suelección, pues no se consideraba preparado para ello. Solo por intervención del emperador se mostró finalmente dispuesto. Recibió el bautismo y luego, a los ocho días, la ordenación episcopal, el 7 de diciembre del 374 probablemente. Con esta ocasión distribuyó a los pobres y a la Iglesia todos sus bienes3.
La primera tarea del elegido fue aplicarse a adquirir, baja lo guía del presbíteroFeliciano, un conocimiento profundo de la escritura, a nutrirse de la exegesis de Filón y sobre todo de Orígenes, tarea que le resultaba fácil por su soltura en el griego. La mediación y la oración acabaron por hacer madurar su formación teológica y prepararlo para su actividad pastoral.
El obispo conservaba de su pasado el sentido del gobierno y, de sus responsabilidades, una autoridad innata queobligaba al poder imperial a doblegarse, empezando por la emperatriz Justina, protectora de los arrianos. Intervino en la elección de obispos, co mo el de Sirmium, cuya ortodoxia conocía bien. Des pués ejerció su influencia ante los emperadores, des de Valentiniano I hasta Graciano, para conjurar las últimas contraofensivas del arrianismo4.
Las relaciones con Valentiniano II fueron unas ve cesdifíciles y otras pacíficas. La masacre de la pobla ción de Tesalónica por el emperador provocó una ten sión extrema, al exigir el obispo la penitencia pública, a la que Valentiniano se sometió en la Navidad del 390. Se restableció la armonía y Ambrosio pronunció la ora ción fúnebre del príncipe en presencia de Honorio.
La influencia del obispo de Milán sobre el empera dor fue decreciendo....
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