San Benito De Nursia
Conocemos la vida de SanBenito de Nursia gracias a los Diálogos de San Gregorio Magno, fuente digna de atención desde el punto de vista histórico, aun cuando la figura del patriarca del monacato occidental hubiera entrado ya, en la época de su redacción, en la leyenda. Todavía muy joven, Benito fue enviado a Roma, de donde procedía su familia, para estudiar allí las letras y las artes, cosa que hizo con un provechomayor de lo que generalmente suele creerse. No obstante, hacia los veinte años, hastiado por la corrupción y la vida muelle que le era dado contemplar, resolvió abandonar el mundo para dedicarse mejor a su formación interna y a la oración.
Salió de la ciudad ocultamente, y tras una breve permanencia en Enfida se retiró a la soledad de una gruta cercana a Subiaco; allí vivió por espacio de tres años,en el secreto más absoluto y en medio de numerosas privaciones, hasta la Pascua de 503. Descubierto por la indiscreción de un sacerdote, se dejó elegir abad por un grupo de monjes que residían cerca de Vicovaro, los cuales, posteriormente, al no lograr adaptarse a la disciplina por él establecida, trataron de envenenarle.
Superada la asechanza, Benito de Nursia reunió a cuantos habían acudido aél de todas partes en busca de sus consejos y fundó en la región doce monasterios que muy pronto se poblaron de monjes, a los cuales dio como norma de vida la regla de San Basilio; de Roma llegaron también los patricios Tertulo y Equicio para confiar al patriarca sus jóvenes hijos Plácido y Mauro, que luego habrían de convertirse en dos de sus más ardientes discípulos y colaboradores.
Sin embargo,la paz y la tranquilidad no duraron demasiado. El envidioso sacerdote Florencio pretendió eliminarle; fracasado otro intento de envenenamiento llevado a cabo mediante un pan, trató de perjudicarle de la manera más infame, y no directamente en su persona, sino en sus jóvenes novicios, a los que sometió a la más dura de las tentaciones. El castigo no tardó en llegar, y el presbítero murió en elsúbito derrumbamiento de su propia casa.
Benito, con unos cuantos compañeros, se alejó de aquel lugar y se dirigió a Campania, hacia el punto que habría de hacer para siempre famoso: Cassino, la antigua y bella colonia romana, entonces arruinada por las devastaciones de los bárbaros y la desolación de la guerra. En la Pascua del año 529 Benito destruyó el altar de Apolo que los moradores, vueltos alpaganismo, habían levantado en la colina que dominaba el país, lleno de bosques sagrados, y lo reemplazó por los oratorios de San Juan y San Martín; con ello inició, mediante un acto de firmeza cristiana y romana, el futuro monasterio de Montecassino, el "Archicoenobium Casinense", donde el santo vivió durante el resto de su vida.
Fruto de este periodo fue la Regla de los monasterios, obra que...
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