San francisco javier

| Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina
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EL MAESTRO JAVIER SE VENCE A SÍ MISMO Manuel Maza, S.J.Pensamos erróneamente que en la vida de los santos todo es color de rosa. La vidaparecía sonreírle a Francisco Javier a los 19  de edad: un hombre alto, inteligente, buen estudiante y atleta de fama. Pero no le fue fácil aceptar la Buena Noticia que le proponía Ignacio de Loyola,un estudiante 15 años mayor que él. Compartían el mismo cuarto en París con un joven saboyano y estaba naciendo la Compañía de Jesús, aunque ninguno lo supiese. Recorramos someramente los retos de sumundo interior. Javier tuvo que vencer sus prejuicios contra Ignacio de Loyola. Los Loyola pertenecían al bando contrario durante la invasión francesa de Navarra. Los Loyola eran aliados de Castilla,los Javier, de los franceses. Castilla venció y en represalia, el castillo de Javier fue demolido junto a otras fortalezas navarras. En París, Ignacio demolió las resistencias de Javier con la amistadsincera. Le conseguía alumnos, le aconsejaba acerca de falsos amigos que podrían apartarle de la fe católica o aprisionarlo en la mala vida. Quien luego sería el Beato Pedro Fabro, recapituló asíaquellos años de convivencia universitaria, Eramos uno en la cámara, uno en la mesa y uno en el dinero.El estilo de vida de Ignacio y sus convicciones chocaban de frente contra el proyecto de vida queJavier se había trazado. A Javier le interesaba estudiar para obtener un  título con honores y luego seguir subiendo. Quería alumnos para cubrir los gastos de su tren de vida, con todos los requisitosde la nobleza y su rigurosa etiqueta. Ignacio pretendía estudiar para ordenarse sacerdote y poder acompañar con credenciales y competencia los procesos espirituales de las personas. Para estudiar enserio durante el año académico, pedía limosnas en los veranos en Flandes e Inglaterra, pero no le importaba compartir con otros más pobres sus recursos, incluído Javier. El navarro rechazó los...