sangre y fuego















WarCraft:
De sangre y Honor








Capitulo 1:
Un choque de armas

Una suave brisa sopla trav駸 de las ramas m疽 altas de los poderosos 疵boles de roble de los bosques Hearthglen. Un pacifico tranquilo hab僘 ca冝o sobre el bosque dejando a Tirion Fordring a solas con sus pensamientos, en su caballo gris trotando a un ritmo suave a lo largo de laliquidada ruta de caza.
Aunque en las 伃timas semanas, la caza, hab僘 quedado extramente escasa, Tirion cazaba aqucada vez que la oportunidad se le presentaba.
Asy todo, el prefirila grandeza y el aire fresco del campo abierto a la humedad, limitando las salas de su guardar.
Tirion hab僘 cazado alldesde peque y conoc僘 los numerosos caminos como la palma de su mano. Este fue el 佖ico lugar en el quesiempre pod僘 encontrar refugio de las cargas y presiones burocr疸icas de su estaci, reflexiono que alg佖 d僘 traer僘 a su hijo Taelan a cazar con 駘, para que el ni pueda experimentar la majestad accidentada de su patria por smismo.
El palad匤 Lord Tirion Fordring era un hombre poderoso, fuerte en la mente y el cuerpo, fue uno de los m疽 grandes guerreros de su 駱oca. Aunque ten僘 un poco m疽 de cincuentaas de edad, todav僘 parec僘 estar en forma como cuando era un hombre joven. Su bigote espeso y firme perfectamente recortado, pelo casta veteado de gris y ojos verdes que brillaban con una energ僘 que desment僘 su edad.
Tirion fue el gobernador de la alianza y el principado prospero de Hearthglen, una regi de bosques grandes, ubicado en el cruce entre las altas montas de Alterac y las costascubiertas de niebla del lago Darrowmere. Era respetado como un gobernador justo y su nombre y sus hechos fueron homenajeados en todo el reino de Lordaeron.
La gran torre Mardenholde era el centro de comercio para la regi bulliciosa. Los ciudadanos de Hearthglen se enorgullecen en el hecho de mantener las paredes del poderoso fuerte, que nunca hab僘 sido destruido por los invasores, incluso durante losd僘s m疽 oscuros de la invasi orca en Lordaeron.
Por la tarde, Tirion hab僘 quedado descontento cuando luego de haberse encontrado con otro tipo de ej駻cito, hab僘 corrido preocupado por los pasillos de su casa. En las 伃timas semanas la torre del homenaje hab僘 sido invadida por viajeros dignatarios y representantes de las distintas naciones de la alianza, Quienes pasaron por Hearthglen en sus gestionesdiplom疸icas en secreto.
Tirion se hab僘 reunido con muchos de ellos en persona, ofreci駭doles su hospitalidad y asistencia donde quiera que pudiera. Aunque los dignatarios valoraban adecuadamente sus esfuerzos, Tirion pod僘 sentir una tensi crecientes en todos ellos. Sospechaba que estaban encargados de realizar el traslado de malas noticias desde el alto concejo de Lordaeron.
Por mucho que intenteno pod僘 distinguir bien los detalles detr疽 de sus comunicados urgentes. Sin embargo, Tirion Fordring no era tonto. Despu駸 de treinta as de servir a la alianza como un palad匤, reconocique solo una cosa podr僘 causar que los emisarios de manera impasible sean tan problem疸icos: La guerra hab僘 regresado a Lordaeron.
Hab僘n pasado ya casi doce as desde que la guerra contra la horda orca hab僘terminado. Fue un terrible conflicto que asollas tierras del norte, dejando muchos reinos de la alianza arrasados y ennegrecidos. Demasiados hombres valientes cayeron ante la horda, quien finalmente se detuvo.
Tirion hab僘 perdido un buen n伹ero de amigos y soldados en el curso de la guerra. Aunque la alianza se reunien el 伃timo momento y saco la victoria de las garras de una derrota segura, hab僘 pagadoun alto precio. Casi una generaci entera de jenes hab僘 dado su vida desinteresadamente para asegurar que la humanidad nunca fuera esclava de los salvajes orcos.
Cerca del final de la guerra, los clanes orcos maltratados y sin lideres fueron detenidos y colocados bajo vigilancia en las reservas en las afueras de las tierras de la alianza. Aunque, como medida de precauci, fue necesaria la...