Sangre

Sangre


I


Siempre tuve esa idea fija en la cabeza. Sangre. Desde chico incluso solía rasparme los brazos o las manos para sentir en mi boca su sabor a gloria. Los otros niños se alejaban de mí, asustados. Por eso fue que en esa etapa de mi vida carecí de amigos y gente que me comprendiera.
Luego, pasó mi adolescencia. Mis padres estaban preocupados, así que me mandaron a unanalista. Lo odiaba. Me preguntaba cosas, cosas que nadie más debería saber. Me miraba con esos ojos muertos y fríos que parecían escudriñar mi mente hasta el último rincón. De todas formas, le seguí la corriente.
Fingí que mi… “adicción” se había ido de mi mente. Pero no solo no lo hizo. También mi odio hacia ese hombre me había casi consumido la razón. No podía dormir por las nochespensando que, después de todo, el conocía mi plan, mi secreto. A la perfección. Entonces no lo soporté más.
Un día salí de mi casa a la noche, tarde. Fui a buscarlo. Lo encontré en su casa, leyendo uno de sus libros. Fui hasta la caja de luz y corté los cables. Aprovechando su confusión, use un alambre fara forzar la cerradura. Solo un insignificante “clic” se escuchó. Entré a su casa. En laoscuridad, podía oír sus movimientos desesperados y torpes, mi piel sentía la tensión en la atmósfera, podía saborear su sudor en el aire, pero pude oler otra cosa, un aroma amargo, pero increíblemente cautivador… miedo. Oh si, él sabía que yo estaba allí. Él sabía a que había ido. Y supo que a partir de ese momento, él había muerto. Lo encontré acurrucado en un rincón, con un cuchillo en las manos.Trató de defenderse, de apuñalarme… pero no le di tiempo. Lo golpeé en el rostro y en el estómago, luego le quité el cuchillo y lo agarré del cuello. Pude sentir como su sangre manaba frenéticamente por la yugular y enloquecí. Aferré mi arma y la clavé repetidamente en su abdomen, hasta que sentí como mi mano entraba en contacto con sus entrañas. Lugo, como dominado por una furia demencial, abríun tajo en su cuello y empecé a beber su sangre. Fue la primera vez que tomé de otra persona.
Así comenzó todo. Nunca tuve novia. Siempre fueron de una noche. Las seducía en los bailes, las llevaba a lugares apartados y las dormía. Luego, las llevaba a una de mis guaridas y llenaba vasos y botellas con su sangre. Luego les borraba la memoria y las dejaba en la calle. Ellas nunca sospecharonnada, ya que pensaban que los mareos y la debilidad eran parte de los efectos de la resaca.
Cuando empecé a ir a la universidad, empezaron mis problemas. Iba a la facultad de medicina, ya que allí podía satisfacer impunemente mi sed sin casi recurrir a presas humanas vivas. Digo casi porque no hay nada como el placer de la caza. Se me permitían muchas presas fáciles, ya que había muchos delos alumnos que vivían solos. En ese Instituto fue donde conocí a mi mayor problema.
Se llamaba Esteban. Él compartía conmigo las clases de Cardiología. Era uno de los mejores alumnos, responsable, aplicado e increíblemente inteligente. Era el primero en cada parcial, hacia las mejores redacciones y en los exámenes prácticos era excepcional. Lo admiraba… hasta que descubrió mi secreto.Estaba yo en ese momento encargado del sector de la morgue. Nadie me veía, así que aproveché para beber un poco de uno de los cadáveres.
Pensé que estaba solo…
En ese instante, escuché como la puerta se abría. Automáticamente, me di vuelta para enfrentar al intruso, pero ya se había ido. Podía escuchar su frenética huida por los amplios pasillos de la universidad. No podía dejar ningúntestigo… fui tras él.
Salimos a los jardines. Podía verlo correr adelante mío, pero no pude identificarlo. Lo vi doblar en un recodo y sonreí con satisfacción. Ya era mío. De pronto, al doblar la esquina, algo desde las sombras me golpeó en el estómago. El dolor me encegueció por segundos. Aún así, escuché los pasos de mi agresor. En las sombras entreví su rostro… Esteban… Maldito… en ese...