Señor
Páginas: 11 (2649 palabras)
Publicado: 8 de julio de 2013
SOBRE GUILLERMO EL DEL HALCÓN
Narrador: Quien quiera tratar sobre alguna aventura no debe dejar de lado ninguna que sea buena de contar. Por eso quiero ahora hablar de una.
En otro tiempo había un joven gentilhombre que era muy educado y apuesto que se llamaba Guillermo. Este era de noble ascendencia. No era aún caballero; era vasallo. Durante siete años completos había servido a uncastellano.
Aún no le había recompensado el servicio que le hacía, sirviéndole con las armas, pero el joven no tenía ninguna gana de armarse precipitadamente, y os diré la razón: lo había trastornado Amor. Amaba a la esposa del castellano de tal manera que no podía echarse atrás. Más aquélla no tenía ni idea que la amase tan resueltamente. De haberlo sabido, se habría guardado muy bien de que lehablase de alguna manera.
De esta mujer tan poco enterada no os mentiré nada. Cuando la mujer sabe que un hombre está pendido de su amor, aunque le anunciara que iba a volverse loco, no querría ella hablarle. Con más agrado iría a gozar con un vagabundo ruin antes que hacerlo con su amigo. Si ella lo ama por alguna cosa, que Dios me asista, no actúa correctamente.
Sobre la belleza de la dama osquerría contar un poquito: Cualquier florecita que nace en prado, rosa de mayo, o flor de lis, no es tan hermosa, como era la belleza de la dama. Quien buscara por todo el mundo no podría encontrar otra más hermosa, ni en el reino de Castilla, donde están las damas más lindas que existen en todo el mundo. La dama era mucho más elegante, mucho más engalanada y más apuesta, cuando está arreglada yvestida. Su túnica era de púrpura, y su capa de oro reluciente y el forro era de armiño. Con una marta cibelina negra y blanca se sujetaba la capa al cuello, que no era ni muy grande ni muy corto.
¿Qué os tengo que contar? Para robar corazones y los sentidos de la gente hizo Dios en ella tal maravilla. Nunca en mi vi vida a nadie igual.
Un día su señor se había marchado para participar enun torneo donde demostrar su valía y su reputación. A un país lejano se fue y estuvo allí mucho tiempo, pues era muy rico y poderoso. Llevó caballeros y sirvientes, en gran número junto a él. En su expedición no había ninguno que no fuera un caballero de élite. El más cobarde era un atrevido.
Guillermo estaba en un gran tormento: no quería ir al torneo, pues le apetecía más quedarse. A la casafue. El Dios del amor lo ha sorprendido de tal manera que no sabe qué hacer. Y no tiene a quien contar el mal que así lo atormenta. Consigo mismo se lamenta:
(Sale el narrador y entra Guillermo)
Guillermo.- ¡Ay, desgraciado, infame, en mala hora nací! ¡En qué lugar me he venido a enamorar! ¡No podré ya ver el día en que consiga mi deseo! Verdaderamente he escondido durante demasiado tiempo micorazón hacia ella. Si por ella estoy completamente abatido, que no lo sepa es una locura. Es muy justo que se lo diga. Estoy seguro de que cometería una estupidez muy grande si por más tiempo no se lo cuento. Así podría yo amar a todas las mujeres de ultramar. Tú le dirás.... ¿qué le dirás? No tendrás tanta integridad para atreverte ahora a decirle que por ella sufres este martirio. Por micabeza que se lo diré, pero el comienzo es lo que me preocupa. Pues le diré que la amo mucho, no tengo que hacer nada más. No sé qué hacer. Bien me pensaba echar atrás cuando esto empezó. Amor me desmorona, Amor me abrasa.
(Sale Guillermo)
(Entra La Dama, se sienta y se pone a acicalarse)
(Guillermo toca y entra y saluda)
Guillermo.- Buen día señora.
La dama.- (Con una dulce mirada yhermosísima sonrisa, lo saluda) Guillermo, adelante.
Guillermo.- (Suspirando) Señora con mucho gusto.
La dama.- Sentaos aquí, querido amigo. (Guillermo se sienta en la cama junto a la dama)
Guillermo.- (Con un gran suspiro) Señora, escuchadme, y de buena fe aconsejadme sobre lo que os voy a decir.
La dama.- Decid, me parece bien
Guillermo.- Si un clérigo o un caballero, un burgués,...
Narrador: Quien quiera tratar sobre alguna aventura no debe dejar de lado ninguna que sea buena de contar. Por eso quiero ahora hablar de una.
En otro tiempo había un joven gentilhombre que era muy educado y apuesto que se llamaba Guillermo. Este era de noble ascendencia. No era aún caballero; era vasallo. Durante siete años completos había servido a uncastellano.
Aún no le había recompensado el servicio que le hacía, sirviéndole con las armas, pero el joven no tenía ninguna gana de armarse precipitadamente, y os diré la razón: lo había trastornado Amor. Amaba a la esposa del castellano de tal manera que no podía echarse atrás. Más aquélla no tenía ni idea que la amase tan resueltamente. De haberlo sabido, se habría guardado muy bien de que lehablase de alguna manera.
De esta mujer tan poco enterada no os mentiré nada. Cuando la mujer sabe que un hombre está pendido de su amor, aunque le anunciara que iba a volverse loco, no querría ella hablarle. Con más agrado iría a gozar con un vagabundo ruin antes que hacerlo con su amigo. Si ella lo ama por alguna cosa, que Dios me asista, no actúa correctamente.
Sobre la belleza de la dama osquerría contar un poquito: Cualquier florecita que nace en prado, rosa de mayo, o flor de lis, no es tan hermosa, como era la belleza de la dama. Quien buscara por todo el mundo no podría encontrar otra más hermosa, ni en el reino de Castilla, donde están las damas más lindas que existen en todo el mundo. La dama era mucho más elegante, mucho más engalanada y más apuesta, cuando está arreglada yvestida. Su túnica era de púrpura, y su capa de oro reluciente y el forro era de armiño. Con una marta cibelina negra y blanca se sujetaba la capa al cuello, que no era ni muy grande ni muy corto.
¿Qué os tengo que contar? Para robar corazones y los sentidos de la gente hizo Dios en ella tal maravilla. Nunca en mi vi vida a nadie igual.
Un día su señor se había marchado para participar enun torneo donde demostrar su valía y su reputación. A un país lejano se fue y estuvo allí mucho tiempo, pues era muy rico y poderoso. Llevó caballeros y sirvientes, en gran número junto a él. En su expedición no había ninguno que no fuera un caballero de élite. El más cobarde era un atrevido.
Guillermo estaba en un gran tormento: no quería ir al torneo, pues le apetecía más quedarse. A la casafue. El Dios del amor lo ha sorprendido de tal manera que no sabe qué hacer. Y no tiene a quien contar el mal que así lo atormenta. Consigo mismo se lamenta:
(Sale el narrador y entra Guillermo)
Guillermo.- ¡Ay, desgraciado, infame, en mala hora nací! ¡En qué lugar me he venido a enamorar! ¡No podré ya ver el día en que consiga mi deseo! Verdaderamente he escondido durante demasiado tiempo micorazón hacia ella. Si por ella estoy completamente abatido, que no lo sepa es una locura. Es muy justo que se lo diga. Estoy seguro de que cometería una estupidez muy grande si por más tiempo no se lo cuento. Así podría yo amar a todas las mujeres de ultramar. Tú le dirás.... ¿qué le dirás? No tendrás tanta integridad para atreverte ahora a decirle que por ella sufres este martirio. Por micabeza que se lo diré, pero el comienzo es lo que me preocupa. Pues le diré que la amo mucho, no tengo que hacer nada más. No sé qué hacer. Bien me pensaba echar atrás cuando esto empezó. Amor me desmorona, Amor me abrasa.
(Sale Guillermo)
(Entra La Dama, se sienta y se pone a acicalarse)
(Guillermo toca y entra y saluda)
Guillermo.- Buen día señora.
La dama.- (Con una dulce mirada yhermosísima sonrisa, lo saluda) Guillermo, adelante.
Guillermo.- (Suspirando) Señora con mucho gusto.
La dama.- Sentaos aquí, querido amigo. (Guillermo se sienta en la cama junto a la dama)
Guillermo.- (Con un gran suspiro) Señora, escuchadme, y de buena fe aconsejadme sobre lo que os voy a decir.
La dama.- Decid, me parece bien
Guillermo.- Si un clérigo o un caballero, un burgués,...
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