señora luisa demare

 Soy la señora Luisa Demare. Anciana de apenas ochenta y cinco años, bien mantenidos por cierto; pero no es por eso que comienzo este relato. Ya habrá ocasión más adelante para contar mis virtudescorporales e intelectuales de una señora de mi edad, a la cual no parecen pasarle los años, no solo porque yo lo diga sino que basta con escuchar a la población masculina que elogia a menudo micoquetería.
Pero bueno, procederé a continuación a relatar lo que me aconteció por desgracia, esta mañana.
Faltando unos minutos para que se hicieran las nueve horas de este día, salí de mi casa parahacer unas compras. Como auto, ni moto, ni bici, ni monociclo tengo, camino hasta el almacén más cercano para proveerme de las cosas hogareñas que toda ama de casa necesita. Sé que las calles de laciudad de Santa Fe últimamente son peligrosas, todos cometiendo infracciones, y diría hasta aberraciones que violan las leyes de trancito y como ciudadana responsable a la que le gusta el orden yrespeto, me indignan este tipo de situaciones. No fui la excepción de esta nueva generación de imprudentes. Mientras cruzaba muy correctamente, sobre la senda peatonal, con el semáforo en rojo , sobre laAvenida Gorriti a la altura de Aristóbulo del Valle, fui arrollada por un automovilista que, horas más tarde me enteré de que fue un joven de veinte años en estado de alcoholemia.
Hoy, comoconsecuencia de este accidente, me encuentro internada en la sala de traumatología de mujer, del Hospital José Maria Cullen, con quebradura de cadera y fémur, recién salidita de una cirugía (no estética, cabeaclarar, ya que no la necesito, aunque unos raspones en la cara tengo, por lo que tendré que realizar algún tratamiento de belleza para volver a tener el rostro sin imperfecciones como antes).
Elpersonal que aquí trabaja me trata de maravilla, hasta me hacen olvidar un poco de los dolores que este accidente me produjo. El doctor dice que tal vez en un mes saldré de alta. Mientras tanto aquí no...