se oyen ladrar los perros

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Regresé a la habitación para recoger mi libreta. La policía levantaba todo del lugarde los hechos.Al tomar milibreta miré en la misa los otros tres tiros.Meses después recibí una carta de aquel hombre tan duro, la cual decía:Señor buscador:Estimado amigo, le llamo así, por que en la tragedia que vivimosaquellanoche, nunca supe su nombre. Días después lo conseguí para remitirle estacarta. Pero el nombre es lo que menos importa, ya que usted tampoco conoce elmío, le extrañará mucho que le escriba.¿Sabe usted?,No he dejado de agradecer a cada momento su intervención,ya que me dio una gran lección.,Estoy intentando cambiar y me estoy acercando más a Dios. He logrado quemis hijos vengan a verme, les he pedidoperdón y haciendo un gran esfuerzode mis labios logró salir por primera vez un "te quiero", seguido de un abrazomaravilloso, que me dará la fuerza para todo lo que pudiera venir en adelante.Gracias ami buen comportamiento, me dieron la noticia de que tengo laposibilidad de conseguir mi libertad condicional y como usted lo dijo; ahoraempiezo a disfrutar de mi segunda oportunidad.Sueño con laposibilidad de mi salida y de poder caminar de nuevo por las callesde la ciudad. Hay tanta gente que me gustaría visitar, para que conozcanmi nueva forma de pensar y de vivir.Pronto terminaré aquí laPreparatoria y saldré con mi certificado, si Dios quiere.Ahora pienso como usted me dijo "que nunca es tarde" "que aún puedo cambiar".Mi mayor ilusión es abrir mi propio negocio de carpintería yartesanías en madera,oficios que también estoy aprendiendo.¿Quién sabe?, Yo creo que Dios lo puso ese día en mi camino, pues de nohaber sido usted, en el siguiente tiro hubiera muerto. Hay mucha gente afuera,que piensa como yo lo hacía antes, pobres de ellos, no conocen la parte hermosade la vida. Tal vez porque nunca han sentido lo que es el abrazo de un hijo y quecon el corazón en la mano les diga...