Secretaria ejecutiva

EL EMPLEO PUBLICO EN AMERICA LATINA DESPUES DE LAS REFORMAS DEL ESTADO

Adriana Marshall

Precedida por la ofensiva contra el welfare state en Europa Occidental, a principios de los años ochenta se profundizó y extendió la crítica al estado desarrollista e interventista construido a lo largo de varias décadas en muchos países de América Latina. Este severo cuestionamiento se produjo a raízde la crisis fiscal que se generalizó en la región cuando no fue posible continuar financiando con préstamos internacionales los déficit presupuestarios, agudizados por el pago de los intereses de la deuda externa. El momento más grave de la crisis fiscal no se alcanzó simultáneamente en todos los países, así como tampoco fueron uniformes las reacciones; los diferentes gobiernos respondieron condistintos tiempos y fuerza según las circunstancias económicas y políticas internas de cada país. Pero, en el marco de una reestructuración económica más abarcativa y del drástico cambio en las estrategias de crecimiento hegemónicas, que pasaron a ser guiadas por principios y recetas neoliberales, hacia el final de la década de los ochenta ya muchos gobiernos de la región compartían la noción deque debía redefinirse el papel del estado. A pesar de esta visión común, en ese momento varios países todavía no habían tomado medidas decisivas para “reformar el estado”, y aquellos que habían encarado políticas más decididas las habían ejecutado sólo parcialmente.

En realidad en América Latina los desequilibrios fiscales persistentes así como la adopción intermitente de la noción de que laintervención estatal se había tomado “excesiva” y que el Estado sofocaba a la actividad privada (ya sea compitiendo por el uso de recursos o bien por el extenso sistema de regulaciones legales) originaron medidas de política y reformas legales ya desde la década de los setenta. Entre aproximadamente 1970 y los primeros años de los noventa se puede identificar tres “olas” de “reforma del estado” enAmérica Latina, que se diferencian por la particular combinación de restricciones económicas, concepciones ideológicas e instrumentos utilizados. La primera se ejemplifica principalmente por las reformas de los setenta implementadas en Argentina y Chile, en ambos casos por regímenes militares. La segunda abarca las reacciones iniciales a la crisis fiscal de principios de los ochenta, cuando entreotros casos México, Bolivia y Costa Rica, en distintos momentos y con distintos ritmos, se unieron al proceso de reforma estatal. La tercera, por último, se caracteriza por las iniciativas más definitivas que se aplicaron a fines de la década de los ochenta en, entre otros, Argentina, Ecuador, México y Uruguay.

La “reforma del Estado” (un término a menudo considerado, tanto por los académicos comoen los discursos oficiales, como intercambiable con el de “modernización del Estado) incluye varios aspectos, desde la redefinición de las estructuras del sector público y de la esfera de la actividad estatal vis-a-vis el sector privado, hasta leyes (y el control de su cumplimiento) y políticas sin expresión legal dirigidas al conjunto de la sociedad. Todos estos aspectos tienen efectos sobre laestructura del estado así como sobre la economía y el mercado de trabajo.

Este artículo examina las consecuencias para el empleo estatal de las “reformas del Estado”, más o menos comprehensivas y en distintas etapas -desde la meramente declarativa hasta la fase de la ejecución más acabada- en diversos países de América Latina. Se analizan los efectos sobre el empleo de exclusivamente algunosaspectos de la “reforma del Estado” en sentido estricto, es decir la reformulación del alcance de la actividad estatal (“des-regulación”, privatización) y de las estructuras y atributos del sector público (reformas de las estructuras administrativas, incluyendo la descentralización, y de las regulaciones acerca del empleo público).1 Es necesario enfatizar que no se discuten en este trabajo de...