SEMBLANZA SOBRE YUPANQUI
La huella indeleble y sonora de Atahualpa Yupanqui
La obra de Atahualpa Yupanqui no requiere de presentación alguna. Está implícita en los caminos, navegametafóricamente por la pampa argentina, trova con el gaucho si es que el gaucho no es una invención que decía Macedonio Fernández. Yupanqui es un filósofo del silencio, un trovador solitario, un místico errante queconstruyó un cancionero ejemplar capaz de sublimar lo nimio.
A su modo Don Ata renovó el folclore para luego abanderar cierta tradición, cierta pureza que parecía estar perdiéndose en los años 70 enel que muchos grupos y cantantes le citan como referente. No fue amigo el habitante de Cerro Colorado de las rupturas drásticas, de las vanguardias sonoras (“la zamba ya no es la zamba / delprovinciano cantor…”) y con ello no parecía acordarse de que él mismo fue un renovador. Es muy conocida también esa faceta suya de mostrarse inflexible con quien le versionaba. Eso lo sufrió Alberto Cortezcuando registró sus poemas y canciones y mezcló a Don Ata con Don Antonio Machado.
Pese a esa imagen inflexible de Yupanqui hubo quien supo interpretarle y sentirle como aquella cantante asturianallamada Maya que grabó un hermoso elepé dedicado al maestro argentino. Maya se adentró en la selva esmeralda de sus canciones con rigor, cuidando el fraseo y ajustándose a unos arreglos sumamentereposados. Por ahí Yupanqui sí se sentía a gusto, cuando no le alteraban su estilo.
La imagen de Yupanqui es la de un cantor hecho a sí mismo que suplió sus carencias educacionales a base de caminar mucho, debuscarse en la cadencia sonora de las palabras y en la riqueza expresiva del folclore argentino. No tuvo esa gran biblioteca de la que sí dispuso Borges pero siempre viajaba con libros aferrándose alos clásicos como los del Siglo de Oro Español. Yupanqui fue a su modo rayo incesante como ese eterno pastor de cabras llamado Miguel Hernández. Y con esa constancia anduvo sin intermitencias, en...
Regístrate para leer el documento completo.